jeff brooks, jugador del unicaja

"Lo de Valencia me hizo poner todo en perspectiva"

  • El italoamericano reflexiona sobre la situación del equipo y la suya personal tras el susto que se llevó en La Fonteta

  • "El Tecnyconta tuvo más hambre que nosotros, tenemos que aprender esa lección"

"Lo de Valencia me hizo poner todo en perspectiva"

"Lo de Valencia me hizo poner todo en perspectiva" / javier albiñana

Jeff Brooks (Louisville, 1989) volvió a jugar un buen partido el pasado sábado, tres semanas después de que se desvaneciera sobre el parqué de La Fuente de San Luis y diera un susto morrocotudo. Contra el Tecnyconta tuvo el tiro que podía haber cambiado el encuentro, pero no entró. Aun así, se celebra verle a alto nivel semanas después de ese trance. Tranquilo tras pasar las pruebas médicas oportunas, reflexiona sobre la vida y también sobre los defectos del Unicaja en este tramo complicado de la temporada.

-¿Qué regusto le dejó la derrota ante el Tecnyconta? Fue dura y, desde fuera de la cancha, preocupante.

-Cuando tienes un partido 17-5 a favor en el primer cuarto no lo puedes dejar escapar. Y nos ha ocurrido varias veces esta temporada. No puedes irte al descanso después con el partido empatado. Estás en tu casa y no puedes hacer eso. Si empiezas un partido con 17-5 a favor quieres decir que has entrado con la mentalidad adecuada, con la energía que se necesita, que estás haciéndolo bien en ataque y defensa. No puedes perder el foco y debes continuar de la misma manera. Es el motivo por el que perdimos este partido. El equipo que estaba enfrente necesitaba ganar y ellos demostraron que lo necesitaban en la pista. Especialmente en los momentos críticos, tenemos que aprender de esa diferencia.

-¿Es algo individual o colectivo?

-No, no, es responsabilidad de todos, mía el primero y hasta Viny Okouo. Ahora tenemos que aprender. No me excluyo, por supuesto. Ellos nos dieron una lección de lo que es un equipo hambriento por ganar, por necesitar un triunfo. No lo hicimos igual. Ellos consiguieron esa victoria que les mantenía en la ACB. Es un espejo para nosotros de cara al play off. Hay veces que gana quien más hambre tiene, no quien es mejor. Tenemos que reconocerlo y darles su crédito. Todos cometemos errores, somos humanos. Ahora ante Andorra tenemos que estar muy hambrientos porque ese es el modo en el que debemos encarar los play off. Creo que iremos a mejor, somos un buen equipo.

-Se ha complicado el quinto lugar. ¿Les afecta?

-Honestamente, a mí ahora mismo no me afecta demasiado. Sé que en un play off va a ser difícil, esté quien esté enfrente. Compites por una razón, para ver quién es mejor. Y ahí es donde debemos exhibirlo. No importa contra quién juegues, lo demostramos el año pasado en la Eurocup. Sin factor cancha ganamos tres eliminatorias muy complicadas. No importa tanto el factor cancha sino tu estado mental y físico para competir contra los mejores. Veamos, hemos perdido oportunidades de estar en una mejor situación, es cierto, pero también hemos aprendido una lección. Hay que estar juntos, trabajar duro. Y demostrar en la pista.

-¿Le vino bien su actuación personal?

-Me sentí bien de vuelta a la pista tras lo que pasó en Valencia, tuve muy buenas sensaciones. Estoy muy feliz y muy agradecido a todo el mundo. Al club, al staff, a la afición, a otras aficiones y clubes de la ACB... por los mensajes de apoyo que tuve después de lo de Valencia. He sentido el calor y que me quieren y eso es bonito, aunque fuera por una mala razón. Mi familia y yo lo agradecemos mucho.

-¿Qué pasó realmente?

-Todo el mundo que me conoce sabe que soy muy nervioso por naturaleza. Me pasó en una pista de baloncesto como me podía haber pasado en una iglesia o un colegio. Todo está bien, los doctores y los preparadores físicos han hecho todas las pruebas necesarias y me han tranquilizado, dicen que está todo en orden. Me han hecho comprender que está todo bien y que no debo olvidar refrigerarme durante los partidos. Estar en la pista es lo que adoro y sentirme ahí de nuevo me tranquiliza.

-¿Tuvo miedo días después hasta que salieron las pruebas?

-Sí, pero al final todo en la vida es un riesgo. Me pagan por hacer este trabajo y lo que me pasó en Valencia entra en lo posible. Juegas duro y te olvidas de beber agua porque sólo estás concentrado en el partido y porque quieres ganar. Siempre fui consciente de lo que pasaba, pero tuve una debilidad muy grande, noté cómo se me iban las fuerzas. No me había pasado antes. Después de los tests me quedé tranquilo.

-¿Nunca perdió la consciencia?

-No, no. Me sentí mal ya en el hospital porque Mario [Bárbara, fisioterapeuta del club que se quedó con él] me dijo que habíamos perdido. Y me puse enfermo de verdad en ese momento (risas). Estaba loco porque pensaba que igual conmigo en pista igual habíamos ganado. Igual tapono otra vez ese tiro como en la Eurocup el año pasado (risas).

-Alegra verle bien en la pista y bromista fuera de ella.

-Lo de Valencia es algo que me hizo poner las cosas en perspectiva. La vida es corta. Hay que seguir con tu trabajo y con tu vida, pero tienes que cuidarte. Hay que beber agua, ya nunca se me olvidará (risas). Son cosas que ocurren en el alto nivel. Tienes un error de no hidratarte y te pasa esto. Estoy bien y ahora tenemos una misión por delante.

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