Unicaja

Un ambiente heterogéneo

  • La dispersión de las aficiones por varias localidades aledañas lastra la animación

Una instantánea del Buesa Arena con el ojo de pez.

Una instantánea del Buesa Arena con el ojo de pez. / acb photo

La celebración de la Copa del Rey en una ciudad como Vitoria tiene pros y contras. Casi todo está a mano, no hay grandes distancias ni atascos. Per se, la capital vasca es una ciudad que ama el baloncesto y con ambiente de canasta, se palpa entrando a cualquier bar. El contrapeso es que logísticamente no tiene la capacidad hotelera deseable para un evento así. Miranda de Ebro, Bilbao o Logroño son algunas de las ciudades en las que pernoctan seguidores de los distintos equipos, algunos VIPS y periodistas. A la espera de la entrada del fin de semana, no se detecta el ambiente copero de otros años. Sin chauvinismos baratos, en diálogos con compañeros de otros medios o con seguidores de otros equipos, Málaga suele ser puesta como ejemplo de ideal copero. Si bien la gastronomía vitoriana es demoledora.

Quizá por ello, también porque la situación del equipo no era óptima en fechas de cierre de viajes, el número de seguidores cajistas en las gradas no era muy alto. Sólo 260, más algunos comprados por su cuenta. En un vistazo, sólo Morabanc Andorra contaba con número similar de seguidores. El resto, más.

No obstó para que la afición del Unicaja se hiciera notar. El color verde siempre llama la atención y tras el año de ausencia las gargantas estaban con ganas. Que el verde, porque Vitoria-Gasteiz es capital ecológica, sea el color corporativo de esta edición de ayuda. En las calles del casco viejo, Chicui animaba algún baile improvisado. El público, la gran mayoría no madrididista, tenía reciente la polémica arbitral del jueves en el Madrid-Andorra e innovó con el cántico "era campo atrás".

Entre las historias de los aficionados cajistas, muchas formas de viajar. El organizado por el club, bus y alojamiento en Bilbao, atrajo una treintena de personas. El vuelo a Bilbao y el autobús o coche de alquiler también. El vehículo particular desde Málaga también existió como opción. Malagueños residentes en Madrid se animaron con un viaje cómodo. AVE a Zaragoza y posterior alquiler de automóvil fue otra de las opciones explotadas, como la emplearon José María Martín Urbano, José Romero y Rafa Pozo, históricos del baloncesto malagueño que no faltan a ninguna edición. La Curva Chufla o la Peña Mr. Green tenían presencia en las interminables gradas del Buesa. También Manolo Rincón viajó hasta Vitoria, para disfrutar de las diabluras de los infantiles del Rincón Fertilidad, que patrocina esta temporada en su cantera. Con él, el insigne seguidor Alejandro Arteaga.

Los seguidores cajistas tienen abono completo. No les quedará más remedio que vivir el baloncesto sin su Unicaja en combate.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios