Que haya que llevar el recuerdo hasta el subcampeonato del 95 para encontrar la última victoria del Unicaja ante el Barcelona en una eliminatoria nacional define bien lo que supone el tormento de jugar contra los azulgrana. El equipo de Bartzokas, en una evidente crisis de juego y confianza, era la versión más propicia para romper ese gafe. Pero ni así hubo manera. En el decimoséptimo enfrentamiento directo llegó la decimoséptima derrota cajista.

Y eso que durante toda la primera mitad dio la sensación de que al fin se iba a producir el primer triunfo de los malagueños. Dominaron y tuvieron atado a un Barcelona que no demostraba alma ninguna. Qué pasó en un vestuario y otro al tiempo de descanso es un enigma, aunque claramente el mensaje de Bartzokas debió ser más contundente, porque el Barcelona aumentó considerablemente su energía y el Unicaja se volvió excesivamente dubitativo y frágil.

El último triunfo en la retina contra el Barcelona tuvo la Euroliga como el escenario y un recuerdo inolvidable: la eliminatoria de cuartos de final que metió a los cajistas en su primera Final Four con el memorable triple de Pepe Sánchez.

La estadística queda, por tanto, más afeada si cabe. Con la de anoche, ya son seis las derrotas en la Copa del Rey, competición en la que los catalanes le tienen tomada la medida al Unicaja. Se completa el negro historial con nueve encuentros en los play off por el título, mientras que quedan por reseñar otros dos de la Supercopa.