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Una deriva peligrosa

  • Un Unicaja mortecino es triturado por un celestial Gary Neal (37 puntos)

  • La quinta plaza se complica bastante y, con ello, la vía hacia la Euroliga

  • Brooks volvió en buenos registros

Nedovic lanza a canasta.

Nedovic lanza a canasta. / fotos: mariano pozo / acb photo

Un ex cajista, Gary Neal, castigó la desidia del equipo malagueño, que se ha abandonado para encajar dos derrotas que pueden marcar el curso de la temporada. Caer de la quinta plaza, ahora muy complicada, obligará, con alta probabilidad, a llegar a la final de la Liga Endesa para regresar a la Euroliga. Se obliga a una gesta el equipo de Joan Plaza tras caer contra el Tecnyconta Zaragoza (82-83). Liderado por un marciano Gary Neal (37 puntos), quiso ganar, tuvo hambre y tras el partido celebraba su salvación virtual en el parqué del Carpena. El Unicaja jugó con apatía, como si estuviera incómodo y le sobrara el partido. Salió en buena sintonía (17-5), pero no mantuvo los mínimos para solventar el partido.

La deriva es peligrosa, sobre todo cuando se piensa que en dos semanas comienzan las eliminatorias. Tiene que darse una carambola para que el Unicaja no esté, pero no parte de la posición ideal. Habrá que ver cómo lidia los dos próximos partidos, pero algo se ha resquebrajado en el equipo. Se concedió el beneficio de la duda tras el aquelarre de Gran Canaria. Pero ya ayer saltó la alarma. El Unicaja se ha desconfigurado y queda poco tiempo para la reacción.

2Rebotes ofensivos. Registro bajísimo para los cánones habituales del Unicaja

De lo poco rescatable del partido quedó Jeff Brooks, de vuelta a buen nivel. Pudo ser el héroe del partido si mete una canasta a pocos segundos del final para poner a su equipo por arriba. No lo hizo, pero antes jugó minutos de su mejor cosecha. Verle así tres semanas después de contemplar cómo se desvanecía en La Fonteta reconfortaba. Acabaría con 17 puntos y siete rebotes. Salin, Augustine o Nedovic hicieron buenos números, pero el serbio no está bien. Ayer quiso enchufarse al final, pero no se le vio bien. Un detalle colectivo de esa falta de nervio y energía se detecta en que el mejor equipo de Europa en el rebote defensivo sólo capturó dos. Jugadores importantes parecen acusar la carga de partidos. Ha ocurrido alguna vez con Plaza que el equipo baja antes del play off para competir bien con él. Pero asusta ver en una situación así.

El Unicaja se dejó ir tras el citado buen inicio. Gary Neal entró en combustión y completaría un partido para el recuerdo, con 37 puntos y canastas de todos los colores. Paradójicamente, en el último minuto cometió una falta en ataque sobre Alberto Díaz y entró de manera alocada a canasta cuando quería buscar la falta. Dio dos bolas extra al equipo malagueño, incapaz de contenerle aunque pasaron varios jugadores sobre él, hasta Alberto Díaz. Quizá sus 38 minutos en pista le tenían exhausto. Con tres faltas en el último cuarto, seguramente se le debía haber castigado más ofensivamente. Pero el Unicaja no supo leer el partido y ha puesto con una desconexión inesperada la temporada en el alambre. Nada se ha perdido, pero todo se ha complicado. Hay muchas cosas en juego y el equipo juega con fuego. Hay que ser ambiciosos, de partida hay que ir a la Euroliga. Pero el equipo al completo no ha sabido entender que no se podía fallar en estas semanas. Y lo ha hecho para meterse en una espiral muy complicada.

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