unicaja

A mitad de camino

  • Convence en Euroliga, pero deja regusto amargo con el patinazo en ACB

  • El margen de error para viajar a Las Palmas comienza a ser escaso

Carlos Suárez intenta avanzar pese a la oposición de Mike Tobey. Carlos Suárez intenta avanzar pese a la oposición de Mike Tobey.

Carlos Suárez intenta avanzar pese a la oposición de Mike Tobey. / acb media

Gastó el Unicaja la antepenúltima semana de 2018. Dejó una mescolanza de sensaciones, donde quizá pese más la parte positiva. No obstante, las consecuencias de la negativa ponen el tono gris a cualquiera de las conclusiones. Dos choques en los que asentar la línea alcista, que se hizo, aunque a medias.

La arena se tradujo en un triunfo muy convincente ante el Khimki. Se tuteó a uno de los conjuntos más brillantes de la Euroliga, con un comienzo destacable y que incluso antes de visitar Málaga había puesto una pica en el Wizink Center. El Unicaja comprobó en sus carnes lo complejo de la hazaña, más ante un Madrid al que los de Bartzokas le birlaron la condición de invicto.

Se sobrevivió a los 28 puntos de Shved y se reaccionó cuando los moscovitas habían volteado una desventaja holgada. Ese parcial de 13-0 ejemplificó bien el cambio de actitud, que sacó a flote las aptitudes. Triunfo para no descolgarse en la Euroliga y ceder el dudoso honor de colista. Lo comprimida de la clasificación deja el play off a dos partidos, lo que invita a seguir batallando.

Con el parón de ACB por las festividades navideñas, el calendario verde encadena tres encuentros europeos. Barcelona, Milán y Maccabi. Los dos primeros bailan en un mar de dudas. El primero comparte balance con los verdes, por lo que un triunfo en el Palau Blaugrana catapultaría a los de Plaza. Los italianos bajaron al fondo de la tabla tras caer en Atenas, por lo que el triunfo se antoja imperativo en el Carpena. Luego esperará Maccabi en Israel, un hueso duro de roer y necesitado tras una hoja de ruta en la que encadenan CSKA, Panathinaikos y Fenerbahce.

Se avecina la tercera jornada doble europea, las dos anteriores condujeron a valles

La de cal, el patinazo en Tenerife. No alberga lecturas positivas una batalla, que estuvo ganable hasta el último segundo. Careció de una marcha más para romper hacia adelante y acabó doblando la rodilla. Tropiezo que se tradujo en un horizonte copero difuso, donde el margen de error se torna en escaso. Bilbao Básket, Valencia Básket, Obradoiro, Barcelona y Gran Canaria. De ahí deberían salir cuatro victorias, que asegurarían en la mayoría de los escenarios el billete para Las Palmas en febrero. Tres obligan a sacar la calculadora, donde ahora se cuenta con buen average. Cuenta con la tabla de salvación de que un trío de ellos tendrán al Carpena como testigo, teniendo en cuenta la pobre fiabilidad exhibida en la carretera. También que muchos de ellos sean ante rivales directos. Excepto el choque en Miribilla el próximo sábado 30, en los primeros 20 días del nuevo año será cuando se diriman las plazas coperas.

48 horas las pasadas que también pusieron a prueba rendimientos individuales. Se consolidó Augustine como el estilete, un escalón por debajo de Nedovic, sobre el que el colectivo puede volcarse. Dos actuaciones descollantes, sobre todo la del jueves. También que Díez cogió impulso del tramo donde ha estado inédito.

Sin apenas espacio para pulir errores, mañana ponen rumbo a Barcelona para abrir la tercera jornada doble de Euroliga de la temporada. Anteriores centrifugadoras condujeron a valles. Examen de sazón, con la necesidad de seguir recortando.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios