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Que nada ni nadie lo despierte

  • Alberto Díaz debutará con el equipo nacional tras una temporada sobresaliente en el Unicaja

Acaba la sesión matutina sobre el parqué de Benahavís. Algunos jugadores descansan y charlan en el banquillo y otros realizan algunos tiros más. En la mitad de la pista está Sergio Scariolo hablando con el único que no hace una cosa ni la otra. El italiano le alecciona mientras el base asiente. Su nombre aparece en muchas quinielas para ir al Eurobásket, él prefiere no perderse en la ficción. "Me gustaría, pero no es el objetivo principal. He venido a aprender, disfrutar y darlo todo", dice con plausible humildad Alberto Díaz.

La llamada de Scariolo es el epílogo a una temporada de ensueño. En su segundo curso en la élite, Alberto se ha graduado como un jugador provechoso para el primer nivel, lo que ha aderezado con un galardón de MVP de la Eurocup. Aunque rehúye de los elogios, últimamente le llueven. "Me recuerda a mí cuando empecé, desde una posición donde no eres muy conocido. Poco a poco, mejorando año a año, haciendo nuevas cosas. Cada vez con un repertorio más amplio", expone Pau Ribas, uno de los veteranos de la concentración. "Ha hecho algo que muy pocos podían imaginar", suma Paco Vázquez.

La trayectoria del pelirrojo es un ejemplo para las decenas de chicos que entrenan en Los Guindos. Día a día se labró un lugar con los elegidos, partiendo del sótano para paladear el dulzor que otorga el ático. Antes de que los focos le apuntasen, vivió incansables jornadas en la sombra. "Su crecimiento solo tiene un nombre, que es el trabajo. Tiene una gran capacidad para sufrir y para ser perseverante en el esfuerzo. Es un chico que no se rinde. No lo ha tenido fácil en ningún momento. Con su trabajo en las categorías inferiores ha ido subiendo escalafones pasando todas las cribas que hacía falta para llegar a la Absoluta", apunta Paco Aurioles, que se deshace en elogios hacia el jugador.

Los que lo conocen destacan muchas cosas de él, pero la humildad es una de las más repetidas. "Alberto sigue igual, no ha cambiado nada. Un tío humilde y trabajador como era antes y como es ahora. Así ha llegado a ser relevante en el Unicaja", asevera Rubén Guerrero. Ambos se vuelven a encontrar sobre una pista cuatro años después y lo hacen con una camiseta que hoy pueden vestir por primera vez ante Israel en su casa. Quedará para siempre en sus recuerdos.

Fue la mano que lo moldeó antes de que Alberto Díaz volase del nido. Bajo su amparo pulió su nivel para dar el salto a la Liga Endesa en Bilbao. Más de mil días después, Francis Tomé recuerda la progresión que vio en el joven pelirrojo. "Ahora es fácil apuntarse al carro de decir que yo ya sabía dónde llegaría Alberto", apunta el técnico del Marbella.

Ese base que un día soñó vestir la camiseta del Unicaja en el Carpena hoy lo hace. Por si fuera poco, guarda opciones de poder asistir al próximo Eurobásket. Tomé lo tiene claro. " Él es de esos jugadores que nunca van a ningún sitio por ir. Si va es para quedarse. El reto es prácticamente imposible. Hablamos de competir con Ricky Rubio, el Chacho y Llull. Si Scariolo considera a Llull como un base y no como un escolta no tendrá hueco", dice el entrenador. Aunque guarda un halo de esperanza: "Scariolo puede conseguir que Alberto sea el mejor sparring de estos jugadores en el día a día si se queda con él. Estos jugadorazos tendrán que dar el cien por cien para ganar a Alberto en cada sesión. Él da el máximo siempre e irá a por ellos porque sabe que no tiene nada que perder y si mucho que aprender de jugadores tan buenos. Seguro que irá acortando las diferencias con ellos si trabaja todo el verano con la selección y no cabe duda que Alberto es el futuro en ese equipo", reflexiona Francis Tomé.

Tras una trayectoria destacable con la elástica nacional, donde descolla esa plata en el Europeo sub 20 de Creta en 2014, hoy quedará como una de esas fechas especiales. Esta noche puede ser el primer paso de una carrera de largo aliento. Lo tiene todo para ello, calidad, hambre y humildad. "Es algo que piensas, pero que no te llegas a creer", dice de la llamada de Scariolo. Merece seguir soñando.

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