Unicaja

Los niños emocionan

  • El Unicaja Rincón Fertilidad alcanza la final de la Minicopa tras derrotar al Barcelona

  • Entre Rubén Domínguez, Iván Ruiz y Juan José Castro acumularon 67 puntos para los cajistas

Los infantiles del Unicaja celebran uno de los triples de Rubén Domínguez.

Los infantiles del Unicaja celebran uno de los triples de Rubén Domínguez. / acb photo

Si hay un motivo para creer que el Unicaja podrá ser grande de nuevo algún día es contemplar a los niños de Los Guindos. Se sigue trabajando en la fábrica, hay buen material humano y esta generación de 2003 viene tiempo anunciando que es pata negra. Concurren muchos factores para proyectar el futuro, pero hay varios jugadores con pinta buena de verdad. La suficiencia con la que los infantiles ganaron (79-69) a todo un Barcelona emocionó, fue un recital. Para hoy queda la final ante el Real Madrid (89-55 en la primera fase para los blancos).

El Unicaja dominó apoyado en el trío formado por Rubén Domínguez, Iván Ruiz y Juanjo Castro, que sumaron 67 puntos conjuntos. Mandó casi siempre el equipo de Manolo Bazán, con distancias no muy largas, pero asestó un golpe en el tercer cuarto, con tres triples de Rubén Domínguez. En su tercera Minicopa, el gaditano es un proyecto de jugador brutal, tiene un talento descomunal. Metió 25 puntos (más nueve rebotes), con siete triples incluidos. El colofón de una asistencia con la izquierda (es diestro) por la espalda para habilitar a Iván Ruiz en un triple le define. No es sólo un tirador. Ruiz hizo 24 puntos y 20 rebotes. Es un exterior con una garra y personalidad contagiosas. También ha estado en selecciones españolas de su edad, como Domínguez. Su corazón es enorme, como el del base Juanjo Castro (18 puntos). Ambos llegaron desde la cantera del entonces Cajasol y han dado fuste a una generación prometedora que es prácticamente una selección andaluza, seguramente el modelo ideal al que se debería aspirar en Los Guindos.

Enfrente está la tarea ciclópea de ganar al Real Madrid en la final. Apenas conceden los blancos opciones en los últimos años. En la primera fase, no obstante, el resultado fue engañoso. Manolo Bazán no quemó las naves y guardó cosas para la final. Tras el partido motivaba a sus chicos alentándoles a enfocarse para un partido que, a sus 12, 13 o 14 años, es el de sus vidas.

Una alegría para el Unicaja, que si una semana atrás disputaba la final junior del Adidas Next Generation de Coín, hoy volverá a ponerse en el foco en categoría infantil.

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