Seguro que Dejan Musli cambiaría el reconocimiento por poder jugar la final de la Eurocup. Pero no puede jugar el primer partido y sí tiene el premio. La organización hizo ayer público el quinteto ideal de la competición antes de la final. Si en la víspera Kyle Fogg salía en el segundo quinteto, Dejan Musli aparece en el primero en compañía de Curtis Jerrells (Hapoel Jerusalem), Alexey Shved (Khimki), Mardy Collins (Lokomotiv Kuban) y Bojan Dubljevic (Valencia Básket). Cinco hombres de campanillas entre los que se cuela el serbio.

Dejan Musli se quedó en Málaga el viernes porque el estado de su tobillo derecho, el que se dobló hace ya casi dos semanas en Krasnodar, no aconsejaba un desplazamiento en avión, donde la presión sube y la circulación es peor. Se quedó tratándose en Málaga y, algo mejor, viajó vía AVE, con más espacio y menos perjudicial para la articulación, ayer hasta Valencia. Está descartada su presencia en el primer partido de la final y casi para el partido del viernes en Málaga. La estimación de baja de la lesión es entre tres y cuatro semanas. La tercera semana se haría justo con el tercer partido de la serie. Ahí habría alguna opción para que llegara, pero todo depende de su evolución. La hinchazón y el derrame es grande.

El jugador ha mejorado algo los dos últimos días pero en ningún caso jugará mañana

El caso es que Musli ha sido escogido como representante del Unicaja en el mejor quinteto. En competiciones de este calado, en campeonatos de selecciones también, se suele escoger un jugador de cada semifinalista y uno más del campeón. Al no haberse disputado aún la final se ha optado por meter al mejor anotador de la competición, Alexey Shved (Khimki), libra por libra quizá el mejor jugador de la competición, a lo mejor con Nedovic en la discusión. Pero el serbio se perdió casi toda la primera fase por lesión y sus números no han sido todo lo brillantes que su impacto en las eliminatorias.

Musli ha sido el jugador más valorado del Unicaja hasta la final, con 14.2 puntos por partido, gracias a 11.7 puntos y 3.9 rebotes. Además, ha sido octavo en tapones por partido (0.8) y acierto en tiros de dos puntos (66.4%) en toda la competición. Su mejor nivel lo dio en los cuartos de final ante el Bayern, con 15.3 puntos por encuentro y con gran impacto en la eliminatoria. La pena es que justo cuando había dado ese paso adelante, con un poco más de dureza y adaptación al contacto, se fastidió en Krasnodar.

La baja de Musli la ha tapado Plaza con más protagonismo para Omic, que ha enlazado en los dos últimos partidos sus mejores actuaciones numéricas con la camiseta verde. Viny también ha tenido minutos, nada malos el sábado en el tercer cuarto, aunque cuesta verle con protagonismo verdadero en la final. Brooks y Suárez, más la aportación de Dani Díez, intentará fortificar el rebote.