"Todo lo que no sea un lleno sería un poco desagradable". "Esperamos que la gente vaya al Carpena y haga un infierno verde". Carlos Suárez y Nemanja Nedovic hablan. El Santiago Martín fue la caldera que se auguraba, puso en jaque al Unicaja y el 1-1 a la eliminatoria. Los puntos extra y el desequilibrio definitivo, para ello se engulló cada balón del último tramo, los debe poner el coliseo cajista. En el Martín Carpena (21:30, Movistar+) llega el colofón de una guerra encarnizada en la serie que a priori aparentaba la más igualada y que se confirma a cada minuto de juego. Hoy tocaba cita a ciegas para los 1.000 que adquirieron su entrada sin conocer rival. Tocó el más visto, tocó el más duro. Cariño, el justo.

El Valencia Básket ya certificó ayer su pase ante el Barcelona. Nadie pudo colocar esta semana el 2-0, suceso histórico, y hoy se irán decidiendo los Baskonia-Gran Canaria (17:00), Real Madrid-Andorra (19:15) -de donde saldría el hipotético rival costasoleño- y este Unicaja-Tenerife. Hay poca excusa para fallar, pese al horario. Sin fútbol, sin playa, sin más que una jornada brutal de baloncesto. Aún quedaban algo más de 1.500 entradas al cierre de la edición para presenciar un choque definitivo donde el cuadro costasoleño ha de dar un paso adelante. Y es que pese al berrinche con la actuación arbitral en La Laguna, el Unicaja efectivamente mereció la derrota. Se vio superado en intensidad, se desesperó con Peruga, Bultó y Oyón y apenas sacó más casta que cabeza rondando el bocinazo final.

El cuadro costasoleño mereció perder en el Santiago Martín tras una mala primera parte

El esquema defensivo de Vidorreta dejó en apenas 67 puntos al Unicaja, que venía de hacer 95 y 98 puntos en los dos últimos choques de liga regular y 79 en la ida. Fueron muchos detalles. Alberto no encontró juego interior con los pívot en mala forma -acabó entrando Viny para dar otro aire-, Fogg se quedó otra vez en cero puntos y las rápidas faltas de Smith y Nedovic tampoco hicieron favor. A partir de ahí se compuso el cóctel de la derrota en Tenerife, donde sólo se habían narrado cuatro derrotas aurinegras en toda la temporada. Una, eso sí, a manos del equipo de Joan Plaza, pero con un margen tiempo que ha deparado dos equipos radicalmente distintos a los que hoy se matan por el hueco en semifinales.

La plantilla regresaba ayer por la madrugada y se ejercitó a las 19:30 para analizar lo vivido. Y esta misma mañana hay sesión de tiro. Joan Plaza apura las horas porque hay poco tiempo de digerir en este primer cruce de play off a sólo tres partidos. El Unicaja se conoce bien el formato y cuenta con el favor del público que no tuvo en esa mágica Eurocup. "Hay que igualar en intensidad y público", decía el catalán aún en Tenerife. El llamamiento está hecho y a la cita irá ataviado con su querido verde.