Real Betis

Las tareas de Víctor

  • El técnico dirige su primer entrenamiento a la búsqueda de imprimir un sello propio al equipo para el viernes. Recuperar a futbolistas clave será uno de sus primeros deberes.

Víctor se estrecha la mano con Torrecilla.

Víctor se estrecha la mano con Torrecilla. / Juan Carlos Muñoz

La etapa de Víctor Sánchez del Amo como entrenador del Betis ha comenzado oficialmente este lunes con su primer entrenamiento antes de ser presentado por el presidente, Ángel Haro, y el director deportivo, Miguel Torrecilla. El domingo éste ya posó junto al madrileño a su llegada a la ciudad hispalense.

Víctor no tiene tiempo que perder. El viernes se producirá su estreno ante la Unión Deportiva Las Palmas y, pese al corto periodo de tiempo, urge que empiece a notarse su mano en la confección del equipo. Desde la imposición de un estilo reconocible, más allá del sistema que emplee entre el 4-4-2 y el 4-2-3-1 que siempre fueron sus favoritos, a la recuperación para la causa de algunos jugadores que estaban llamados a desempeñar un rol importante en esta temporada.

Aunque Víctor conoce a la plantilla bética -incluso ha presenciado algún partido esta temporada en el Benito Villamarín y ha ejercido de comentarista de un canal televisivo donde se analizaban las jornadas ligueras-, el técnico ya recibió ayer información de primera mano procedente del preparador físico, Marcos Álvarez, que permanecerá en un cuerpo técnico que también quedó configurado en la tarde de ayer. Su llegada al Betis, independiente a la de Gustavo Poyet y su grupo de trabajo, fue una apuesta de la entidad verdiblanca, que ahora ha mantenido también a Marcos entre los colaboradores del nuevo entrenador. Eso sí, Víctor estará acompañado por sus colaboradores más cercanos -Nacho Oria, David Dóniga y Carlos Morales-, como ya ocurriera tanto en el Deportivo como en el Olympiacos.

Con un repaso a las estadísticas, los primeros deberes del técnico apuntan a una necesidad de mejorar la solidez defensiva -el Betis es el segundo equipo que más goles encaja en el campeonato- y también en el control del juego, ya que al cuadro verdiblanco, sobre todo como local, le ha costado imponer el ritmo que más le conviene.

A esa necesidad de mejorar la competitividad de la plantilla verdiblanca se une la obligación de aumentar el rendimiento de cada jugador. Si hasta ahora la aportación de los refuerzos veraniegos ha sido escasa -Mandi, Jonas Martin, Felipe Gutiérrez y Sanabria eran prácticamente los únicos imprescindibles para Poyet y tampoco han exhibido hasta ahora un alto nivel-, jugadores como Bruno, Dani Ceballos, Musonda o Rubén Castro, decisivos en las pasadas temporadas, necesitan más protagonismo en el equipo. Otros como Nahuel, Zozulya, Donk o Brasanac han tenido unas apariciones casi testimoniales en el equipo, mientras que Durmisi perdió relevancia en los planes de Poyet pese a comenzar el campeonato como indiscutible en el lateral.

Un caso paradigmático será el de Rubén Castro. Con ocho encuentros sin ver puerta, el canario ha igualado su peor racha desde que es jugador del Betis y, además, las mismas siempre han coincidido con periodos convulsos para los entrenadores. En sus primeras manifestaciones en los medios oficiales del club, Víctor ya envió un mensaje positivo a Rubén, a quien además tuvo como compañero de vestuario en el Deportivo. Cuestionado por Poyet, que lo colocó de manera forzada en el once hasta que lo envió al banquillo, el Betis siempre ha necesitado en los últimos años del mejor Rubén Castro para elevar su nivel, por lo que para el nuevo cuerpo técnico será esencial recuperarlo.

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