Pese al desafío que, por segundo año consecutivo, la lluvia puso durante la tarde de ayer, el Carnaval estuvo por encima del tiempo meteorológico. Media hora después de iniciar el Desfile desde el Pasillo de Santo Domingo, un chubasco obligó a recortar el recorrido y suspender las actividades previstas, pero las ganas de celebración hicieron que las agrupaciones de canto y grupos de animación permaneciesen en la calle más tiempo.

La jornada, a pesar de las nubes, comenzó por la mañana con la lectura del pregón infantil del Carnaval. Por designación directa, África Romero, de 9 años y alumna del colegio La Goleta, puso voz a sus experiencias e ilusiones por la fiesta junto a la murga infantil Cuando haces pop ya no hay stop, a la que pertenece.

Posteriormente llegó el turno de la elección de los príncipes y dioses infantiles del Carnaval 2018. Las fantasías llenaron la escena de la plaza de la Constitución para que el jurado, compuesto por representantes de diversas asociaciones de apoyo a la infancia, deliberase quién debería ostentar este privilegio.

En Príncipe y Princesa del Carnaval se alzaron con el premio En esta selva yo soy el felino más temido y Fantasía en Carnaval. En Dios y Diosa infantil fueron El equilibrio de la fuerza y Pío, pío, el jardín de las maravillas quienes recibieron el cetro y la nueva estatuilla del Carnaval. Éstos acompañan con el título a los adultos Riquezas en tiempos mitológicos, de Carlos Antonio Mascarenhas, y Reflejos tras el jardín, de Francisco Jesús Pendón, elegidas en la noche del viernes.

Para finalizar la mañana, la organización celebró el concurso de disfraces infantiles en el que participaron cerca de 70 menores. Dos disfraces de Mary Poppins, uno de payaso y otro de abuela tradicional se alzaron con los premios entre los más pequeños.

Llegada la tarde, y a pesar de las dudas iniciales, la Fundación inició el Desfile de Carnaval desde El Perchel con la modificación de recorrido para la incorporación de las fantasías junto al mercado de Atarazanas. El resto de grupos de animación y desfile, agrupaciones de canto infantiles y pasacalles cruzaron el puente de la Esperanza con cientos de kilos de confeti con los que llenar de color a los espectadores que se acercaban a ver el cortejo.

Con la cabeza del cortejo en calle Larios comenzó a llover y la organización se vio obligada a terminar el Desfile en la plaza de la Constitución, donde se resguardaron todas las fantasías bajo la carpa instalada en dicho espacio. A pesar del chubasco, que se prolongó durante diez minutos, los pasacalles y los grupos de animación mantuvieron el nivel en la plaza y el público no quiso marcharse. Una segunda aparición de la lluvia forzó el fin de la fiesta en las calles.

El Carnaval, sin embargo, no se detiene. Desde hoy y hasta el jueves, y a partir de las 20:00, las agrupaciones de canto interpretarán sus coplas en la plaza de la Constitución. El viernes se celebrará la gala de Drag Queen, mientras el sábado la batalla de las flores y la Final en la Plaza ocuparán el centro con más color, papelillos y diversión para toda la familia.