"Mi recuerdo de la infancia es ir con el colegio a la Victoria y ver un Cristo con manos cruzadas y con una mirada que transmitía paz; esa imagen que me llamaba la atención se repetía en mi casa, en la mesita de noche de mi abuela se encontraba ese mismo Cristo que me transmitía serenidad". Con estas palabras concluía su intervención el pintor Raúl Berzosa en el acto de presentación del cartel anunciador de la Semana Santa de Málaga que se presentó ayer en el Teatro Echegaray. El autor definía así el motivo principal de su creación, la imagen del Cristo de la Humildad que, junto a otras tres tallas devocionales, protagonizan la obra.

Las gradas del Echegaray se llenaron para poder conocer una obra esperada por la importancia del pintor, a pesar de la imposibilidad de acceso de público que no tuviese invitación previa. Dirigido por Santiago Souvirón, periodista y Cronista de la Agrupación de Cofradías, las principales intervenciones giraron en torno a las palabras del presidente de la Confederación de Empresarios Andaluces (CEA), Javier González de Lara. En su disertación se descubrió la obra realizada por Raúl Berzosa.

El presentador desgranó los detalles de una obra que centra la talla realizada por Francisco Buiza en 1982 y culminada a su muerte por su discípulo, Francisco Berlanga. Escoltando a la misa aparecen el alfa y el omega de la Semana Santa malagueña, las imágenes de Jesús a su Entrada en Jerusalén y el Santísimo Cristo Resucitado.

Tras las dos imágenes cristíferas, la representación de la Semana Santa se hace patente con la incorporación de nazarenos con capirote morado y palmas, símbolo del Domingo de Ramos en la procesión de Pollinica, y otros penitentes de color blanco, alusivos tanto a la imagen del Resucitado como a la Virgen de la Paloma, cuyo trono emerge tras la clámide del Cristo de la Humildad. A las imágenes devocionales acompaña la presencia de la Santa Iglesia Catedral vista desde su fachada principal. En la intervención de González de Lara, éste la define como "símbolo de autoritas y de potestas. De reconocimiento ante los fieles de su grandeza, a la vez que de su indispensable custodia a lo largo nada menos que de dos milenios".

Sobre el fondo en tonos salmón se dibuja un marco en colores verde y morado que crea una geometría rompedora con las líneas barrocas de las tallas devocionales. A su vez, la tipografía se configura en dos espacios con el fin de anunciar la Semana Santa malagueña: arriba, en blanco, la ciudad y el año. Abajo, y haciendo un juego con el acrónimo de la Agrupación de Cofradías que en su escudo aparece, la tradición.

González de Lara describía además la alta simbología con la que cuenta el cartel en su intervención: "una lección magistral artística y teológica del autor, que nos sitúa primero frente a frente con esta bella imagen de Buiza, para luego llevarnos a mirar a nuestro alrededor. En lenguaje artístico diríamos que el Cartel, 'es un retrato de manos'. ¡Y qué manos! Las de Cristo sumiso, paciente y humillado, entrelazadas, como preludio de su Crucifixión con sus brazos abiertos, implorando el perdón de nuestros pecados".

A su vez, Raúl Berzosa realizó en su intervención una defensa de la fe de los cristianos que, a su vez sirvió como motivo de trabajo en la realización del cartel: " parece obvio hablar de la relación cartel de la Semana Santa y religión, pero en los tiempos que corren donde se busca desacralizar todo, es muy importante que los cofrades luchemos por nuestros valores, nuestras creencias, y cada uno con sus herramientas". El presidente de la Agrupación de Cofradías, Pablo Atencia, invitó a los presentes a celebrar con esperanza e ilusión la venidera Cuaresma y agradeció la labor realizada por Berzosa en un cartel que forma ya parte de la historia cofrade malagueña.