A expensas de que el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente culmine su tramitación ante la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la uva pasa ya es candidata para ser declarada Sistema Ingenioso del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM). Sería el primer cultivo que lo tendría en Europa. Un aliciente para los sindicatos agrarios, agricultores, y por supuesto para los pueblos que todavía mantiene la producción de la emblemática moscatel a pesar del esfuerzo que requiere.

Iznate, El Borge y Almáchar, municipio éste último donde ayer se presentó la candidatura por parte de la Junta de Andalucía. Tras el impulso dado por la Mesa de la Pasa que durante dos años propuso la lucha por su declaración, han sido los técnicos de la Consejería y de la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía (AGAPA) quien se han encargado de redactar el documento que se elevará al Gobierno Central para su defensa ante la ONE.

De conseguirla, no sólo supondría una protección para este cultivo que tuvo su máximo potencian en el siglo XIX, sino que también sería un revulsivo turístico para los pueblos que mantienen estas viñas entre escarpadas laderas. Esta característica es la que obliga a que la vendimia se haga de forma artesanal, sin maquinaria con la sola ayuda de los mulos. El delegado territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural en Málaga, Javier Salas que el proyecto elaborado persigue demostrar que la uva pasa "no es un cultivo más en un territorio más, sino que es un cultivo especial que tiene mucha vinculación con su zona de origen".

"Se trata de un cultivo complicado por las características del terreno que lo alberga, tiene vinculaciones históricas y ha sido practicado por diversas civilizaciones, está muy implicado a nivel social, tiene relaciones con la cultura y medioambientales, por lo que ha supuesto para la conservación de las laderas en las que se asienta", enumeró al tiempo que describió la uva pasa como "una forma de vida, que es necesario reconocer a nivel mundial", agradeció el apoyo de todos los colectivos sociales y agrícolas que se han implicado en la materialización de esta candidatura.

Por su parte, subdirector general de Frutas y Hortalizas, Aceite de Oliva y Vitinicultura, Ignacio Atance, subrayó el interés del Ministerio en que España sea el primer país europeo en contar con un reconocimiento en esta categoría por parte de la FAO y calificó la candidatura de "muy sólida". La FAO puso en marcha en 2002 la iniciativa SIPAM para seleccionar sistemas destacables de uso de la tierra y paisajes, ricos en diversidad biológica, de importancia mundial, que evolucionan a partir de la coadaptación de una comunidad con su ambiente y sus necesidades y aspiraciones, para un desarrollo sostenible.