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Emociones desbordadas en la vuelta de Jesús Cautivo

  • Cientos de fieles llenaron San Pablo para formar parte de la misa de acción de gracias

  • Las largas colas volvieron a destacar por la tarde en el besamano

A pesar del abandono que la plaza de San Pablo presenta desde hace décadas, la mañana del 12 de octubre pareció un Sábado de Pasión. O incluso, para los más nostálgicos, un Lunes Santo cuando el alba despunta. El imán que Nuestro Padre Jesús Cautivo supone para el barrio de la Trinidad y la ciudad de Málaga es innegable cuando, tras 140 días de ausencia, el más ilustre vecino volvía a su templo.

La propia parroquia se desperezaba con colas para acceder y ocupar puestos en los bancos, que una hora antes de iniciarse la eucaristía de las 12:00 ya estaban llenos de público y plegarias. La banda de cornetas y tambores de la hermandad del Cautivo desperezaban a los vecinos más rezagados con un pasacalles triunfal para la llegada del Señor de Málaga. El ambiente de fiesta se unía al fervor cuando, desde la misma plaza, se podía contemplar al Cristo al fondo.

La familia de Martín Simón donó las gubias con que fue ejecutado el Cristo en el año 1939

En el interior, mientras los responsables de protocolo hacían todo lo posible para superar todas las exigencias de los devotos del Cautivo, el acompañamiento musical creado por las firmas de Luis Pacetti, los Pueri Cantores, el coro catedralicio y la capilla musical de la Trinidad Sinfónica daban entrada con Heme aquí ante tu presencia, sentimiento compartido entre los fieles que guardaron apenas unos segundos de silencio.

El delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, Antonio Coronado, fue el encargado de dirigir una eucaristía de acción de gracias por el retorno de la talla tras su restauración entre eternos sones de Frisina, que está de moda entre las instancias episcopales. El Evangelio recuperó las alabanzas a Jesús con el texto de Lucas y su eterna respuesta de entrega a su pueblo.

Al término de un concierto ofrecido por la banda de cornetas y tambores donde se estrenó la marcha Él, de Miguel Ángel Jiménez, y a pesar de la insistencia de los fieles, llegó el momento de cerrar las puertas y el posterior besamano a la imagen. En la intimidad, la familia de José Martín Simón, autor de la imagen del Cautivo, realizó la donación de las gubias con las que se talló la imagen en el año 1939, dejando una parte de la historia de la talla en manos de la corporación nazarena.

Por la tarde, las mismas largas colas que se vieron en la plaza del Obispo se citaron desde San Pablo hasta calle Jara, casi colindando con Jaboneros. Era el cierre de la larga espera. Familias completas que no quisieron perderse la escena de volver a besar las manos del Señor, aunque los nervios no se templen y las emociones se disparen. Los móviles inmortalizaron el momento en que el Señor de Málaga volvía a estar a los pies de la Virgen de la Trinidad Coronada. Los claveles rojos reaparecieron frente a la capilla trinitaria. Jesús Cautivo vuelve a estar en casa.

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