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Retumba, un vino dulce de premio

  • El vino del sumiller Luis Palma ha conseguido el Bacchus de Plata, uno de los concursos más prestigiosos a nivel internacional

  • Suma esta distinción a sus 92 puntos de la 'Guía Peñín'

Algunas de las botellas.

Algunas de las botellas.

Con tan sólo 30 años, el sumiller Luis Palma lo está consiguiendo. Se empeñó en hacer un vino dulce redondo. Un moscatel como aquellos que se hacían en Málaga antes de que la filoxera arrasara con los viñedos de la Axarquía. Se fue a Londres a estudiar inglés y se hizo sumiller. Allí empezó su aventura con los caldos que le han llevado a conseguir un Bacchus de Plata en la edición de 2017 para Retumba 2015. Este certamen es uno de los más prestigiosos del sector con más de 1.700 referencias nacionales e internacionales.

Y entre tantos, su Retumba 2015 ha sido uno de los más elogiados por los 85 catadores de todo el mundo que han estado probando entre el 10 y el 13 de marzo vinos de hasta 21 países. Desde Alemania a Argentina pasando por Australia, Chile, Estados Unidos, Francia e Italia, y España, por citar algunos. Con una producción limitada a 4000 botellas, Retumba nace en la Axarquía en un viñedo situado entre 700 y 800 metros sobre el nivel del mar, donde la uva tarda más en madurar debido a la altitud. Concretamente en Moclinejo, en la familia que compró a su abuela tras su llegada de Londres.

Palma, explicó que está elaborado con Moscatel de Alejandría, una uva fresca, con muy buena acidez y de gran calidad aromática. Para la elaboración de Retumba se trabaja con cepas de 50 años de media, las cuales rinden a tan sólo un kilogramo de uva por cepa. "Retumba, tiene un color amarillo pálido limpio y brillante con ligereza a pesar de los azúcares. Limpio en nariz, destacan los tonos cítricos con algún matiz balsámico y leves tonos florales", comentó este joven productor sobre su vino que ha ganado en la categoría de Montain Wine. "Es dulce y muy fresco (buena acidez), ligero, sabroso con un estupendo equilibrio entre alcohol ,dulzor y acidez. Tiene un final fresco, frutal y floral con persistencia media larga", describió Palma quien también ha conseguido 92 puntos en la Guía Peñín con su añada de 2015. El nombre del vino lo eligió precisamente porque como le contaba su abuela, el viñedo estaba ubicado en un lugar donde se producía mucho eco entre los montes. "Era un nombre sonoro. Con la fuerza que yo quería imprimirle. Ya sólo le faltaba la etiqueta que lo hiciese reconocible. Para ello pensé en nuestro ilustre pintor malagueño. La diseñamos con trazos que recordaba a Picasso. Me imaginaba que así hubiese pintado la Axarquía", explicó. "Es un vino de corte moderno, ligero, fresco que marida con cualquier plato. Yo lo que quería es cambiar la imagen a la gente sobre el moscatel", resaltó sastisfecho del éxito conseguido.

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