Uno de los mayores temores para los actores de la Semana Santa es la probabilidad de lluvia durante las horas en que los cortejos están en la calle. La inestabilidad meteorológica de la primavera es una constante que les lleva a mirar al cielo cada jornada. Con el fin de arrojar algo más de luz sobre lo que pudiese ocurrir el próximo mes de abril, los responsables del Centro Meteorológico de Málaga realizan desde hace 74 años una estadística con datos históricos sobre las precipitaciones en estas fechas.

Atendiendo a las jornadas en las que se desarrollará la Semana Santa, entre el 9 y el 16 de abril, las estadísticas históricas destacan que en el 73 por ciento de los casos ha llovido al menos un día, descendiendo al 58 por ciento cuando se trata de dos jornadas. Estas cifras incluyen las cantidades inapreciables de agua, aquellas menores de un litro por metro cúbico, por lo que disminuyen entre un nueve y un once por ciento los datos si se trata de grandes cantidades de agua.

Según indica el informe, "en 20 de los 74 años no hubo ninguna precipitación, además en siete la precipitación total fue inapreciable". Así, en los últimos tres cuartos de siglo casi el 40 por ciento de los días correspondientes a la venidera Semana Santa se saldaron sin precipitaciones. De los 592 estudiados sólo existieron precipitaciones apreciables en un 25%. Atendiendo a la estadística histórica, uno de cada cinco días 13 de abril -Jueves Santo en la próxima Semana Santa- ha llovido, mientras que el 11 de abril ha contado con el menor número de precipitaciones, una de cada once jornadas del que será Martes Santo el próximo mes.

El reparto horario de las precipitaciones, por su parte, arroja datos que deben ser analizados con detenimiento. El Domingo de Ramos ha contado con mañanas más lluviosas que las tardes, aunque sólo cinco de los 36 años estudiados han tenido cantidades apreciables. Los días 10, 11 y 12 -Lunes, Martes y Miércoles Santo- son los que menores precipitaciones han registrado. El 13 de abril, las lluvias llegaron a primera hora de la tarde, coincidiendo con las primeras salidas, y en la madrugada, aunque sólo entre una y dos ocasiones en la historia. Un día más tarde las precipitaciones han sido más cuantiosas, aumentando mientras avanzaba la jornada.

Sin embargo, la duración de la lluvia ha sido en la mayoría de casos reducida, ya que el 48% de las precipitaciones han durado menos de una hora. Los porcentajes más altos los ostentan los tramos que comprenden entre diez minutos y media hora de agua. Por jornadas de la Semana Santa, sin tener en cuenta las fechas en las que se ha celebrado y como dato simbólico, el Viernes Santo ha sido el más lluvioso a lo largo de la historia, seguido del Sábado Santo, con precipitaciones en 27 y 23 días respectivamente de los 74 años analizados.

Salvando la Semana Santa de 2011, donde se registraron lluvias en siete de los ocho días y que marcó un máximo histórico, la frecuencia de jornadas con inestabilidad atmosférica se reduce a cifras que oscilan entre ninguna y tres. Independientemente del mes en que se celebre, o si ocurre a caballo entre marzo y abril, las últimas jornadas de Pasión han sido tan húmedas como las de los años sesenta y setenta, mientras que en los ochenta y noventa destacaron por ser más secas.

Entre las conclusiones que el estudio del Centro Meteorológico desprende, y para tranquilidad de cofrades y espectadores, Málaga cuenta con una climatología que hace de su Semana Santa una de las más secas de España. La media de precipitaciones en las fechas en que se producirán las salidas procesionales es de seis días sin precipitaciones, sumando media jornada más si sólo se tienen en cuenta las lluvias apreciables e incluyendo en el cómputo el Sábado Santo, una fecha alitúrgica en la Diócesis de Málaga donde no se celebran procesiones.