COOPERACIÓN

Verano solidario recorriendo Canarias

  • La malagueña Ana Muñoz participa en la séptima edición del proyecto universitario Ruta Siete

Los veranos son para descansar y coger fuerzas de cara al nuevo curso. Y para estudiar cuando se aproxima septiembre. Ese es el guion de la época estival de muchos de los jóvenes malagueños, aunque no el de Ana Muñoz, que decidió aprovechar agosto para realizar un viaje por Canarias con el proyecto universitario Ruta Siete. Conectar el talento joven con las necesidades del entorno es el objetivo de este proyecto de innovación social. En él participa esta malagueña de 21 años que busca dejar una huella positiva en el entorno a través de colaboraciones ambientales, sociales y culturales con diferentes municipios canarios.

Desde el 29 de julio recorre el archipiélago canario junto con otros 45 universitarios de toda España, seleccionados entre más de 1.400 candidatos. Ana, estudiante de Arte Dramático, explica que lo que le atrajo del proyecto fue la necesidad de crecer a nivel personal. "Pensaba que Ruta Siete me iba a permitir valorar más las relaciones entre personas, la vida comunitaria y la relación entre el ser humano y la naturaleza". Ana conoció el proyecto casi por casualidad. Estaba en la cafetería de la facultad y escuchó a una chica que no conocía hablar del proyecto y al momento tuvo claro que debía intentar participar. Ruta Siete Ulpgc se plantea como un programa de innovación social en el que los jóvenes adquieren competencias profesionales y personales, tales como el trabajo en equipo, la resolución de conflictos, adaptabilidad, proactividad o habilidades comunicativas.

Esta malagueña llegó a Canarias, donde no había estado antes, sin conocer a ninguno de quienes le acompañarían durante el viaje, y apenas 20 días después los considera "amigos de verdad". Afirma que "lo bueno de los senderos, además de los paisajes, es poder conocer a las personas que te acompañan. Todos me aportan algo". Para Ana son muchos los momentos del viaje que le han marcado de alguna manera, entre ellos destaca las acciones sociales, puesto que llegan a conocer los problemas locales de primera mano, y gracias a la colaboración que realizan sienten que contribuyen a mejorar la situación. Afirma, sin dudarlo ni un momento que la actividad que más recuerda es la colaboración con Frater, entidad que trabaja con personas con diversidad funcional, y que le permitió conocer una realidad que hasta entonces le era ajena e implicarse en sus necesidades.

La joven repite constantemente la palabra "intenso", y es que este grupo de jóvenes realizan actividades a diario desde las 06:00 hasta las 22:00. Los ruteros -como se denominan los participantes en el programa- lideran acciones de cambio positivo entre las que se encuentran reforestaciones, limpieza de playas y barrancos, acciones de erradicación de especies invasoras, recuperación de tradiciones, actividades con niños y mayores, colaboraciones en fincas agrícolas y ganaderas o adecuación de espacios públicos y senderos.

Define sus días como "un canal de energías subiendo y bajando" y sus compañeros ya la llaman "la niñera de Ruta" por su especial empatía con los más pequeños de los municipios que visitan. Cuando se le pregunta por las islas, Ana recalca "el contraste que hay entre ellas. Lanzarote es volcánica y dos días después te sientes en mitad de nada en un bosque de laurisilva". La joven afirma que vivir el viaje con sus compañeros le está sirviendo para reflexionar sobre el trabajo en equipo: "Me he dado cuenta de que cuando se trabaja en grupo es necesario dar lo mejor de uno mismos. Eso permite alcanzar objetivos comunes", comenta.

Durante 35 días Ruta Siete Ulpgc se convierte en un laboratorio formativo y creativo itinerante, pues además de realizar acciones de cooperación, los jóvenes desarrollan actividades de debate, tertulias, charlas y reciben visitas de personas que les aportan sus conocimientos y experiencias. A esto se suma que los universitarios participan en talleres creativos que abarcan la fotografía, el vídeo, la literatura de viajes, las artes plásticas y la música. Ana es parte de éste último y comenta que ya tienen "banda sonora de viaje", incluso han "compuesto una canción y en los próximos días grabaremos un videoclip con los compañeros", afirma la joven malagueña. Un verano diferente cargado de emociones, solidaridad y cooperación. Un mes que Ana comenta que recordará por muchos años que pasen. Un ejemplo de que existen jóvenes que buscan dejar su huella positiva en el mundo.

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