Primero fueron los blegueros y en poco tiempo empezó a surgir una nueva figura capaz de ejercer una gran influencia sobre el gran público. Se les llama influencers y en la mayoría de los casos son personas anónimas que consiguen tener unas redes sociales muy potentes y empiezan a rentabilizarlas haciendo promoción de productos o servicios. Conscientes del poder de las redes sociales y de estos influencers en el mundo de la moda y la estética, Grupo Nebro organizó una mesa redonda con expertos para explicar a sus alumnos en qué consiste esta nueva tendencia y como pueden, bien convertirse en uno de ellos o utilizarlos para darse a conocer.

Para ello se contó con la asistencia de tres personas que de ello saben bastante. Por un lado Andrés Pineda, un joven empresario sevillano que ya ha visto el negocio en esta tendencia y hace unos meses creó la empresa Fheel Marketing de influencers dedicada a poner en contacto empresas y marcas con el influencer más apropiado. Pineda explicó que en la mayoría de los casos es mejor acudir a personas anónimas influyentes en redes, en vez de celebrities porque tienen más verdad y son capaces de proyectar mejor la marca.

Por otro lado, contaron con el testimonio de Pablo Montañés, un compañero de los alumnos de Nebro que en poco tiempo se ha convertido en un youtuber con su canal que cuenta ya con más de 139.000 suscriptores ofreciendo un contenido de bromas y cámara oculta. Montañés aseguró que la base para captar clientes es transmitir confianza y mantener una periodicidad a la hora de colgar contenido para acostumbrar a la audiencia.

El tercer ponente era Juan Carlos Urbaneja, un conocido influencer sobre todo en Instagram donde tiene más de 51.000 seguidores. En las redes es conocido como Jucaurma y asegura que su secreto es ser él mismo, sinceridad, corazón, alma y pasión. Comenzó sin darse cuenta, abriendo una cuenta para subir su autoestima, hablando de sus sentimientos, y en poco tiempo vió como su número de seguidores iba subiendo, incluso ayudaba a gente que pasaba por problemas y sus palabras le ayudaban a seguir adelante. Su estilo en las redes hizo que grandes marcas de moda se interesaran por el para hacer desfiles y promocionar ropa.