No hay nada mejor que una despedida alegre y sincera. El Festival de Jerez llega a su fin de una manera brillante, y no estamos hablando de baile, que es lo que predomina en la muestra. Con esto que señalamos se cae el mito que algunos mantienen a pesar de los pesares, y es que este festival que cumple veinte años, insistimos porque es de subrayar, tiene sitio para todo. Si en el Villamarta hemos podido disfrutar de determinadas 'superproducciones' de éxito relativo, el cante ha tomado presencia para convertirse en uno de los puntales de esta edición.

Hemos llegado a tener la suerte de escuchar en un mismo día y en espacios distintos a artistas como Macanita, Jesús Méndez, Miguel Poveda, Enrique 'El Extremeño', David Lagos, Miguel Soto 'El Londro', José Valencia... Una amalgama de cantaores que dan prestigio y que mueve afición. Luego, lo de la Bodega 'Los Apóstoles', un acierto con artistas como Méndez, Antonio Reyes o José Valencia.

Y ahora el turno fue el de Arcángel. Ha sido quien ha tenido la responsabilidad de poner el broche de oro a un ciclo importante, de peso y que esperemos tenga continuidad en próximas ediciones. El ciclo de 'La Raíz' concluyó con un recital de auténtico lujo.

Es un cantaor que ofrece una versión muy personal del cante flamenco, no sólo por su forma de interpretarlo, sino que además mantiene el tipo, comunica sensibilidad y derrocha ternura. Es de esos cantaores, como la mayoría que están actualmente en lo más alto, que no resultan agresivos ni bruscos. Quizás sea la clave para que el público le acompañe en cada cita. Arcángel, nuestro protagonista, puso al público en pie, a todo una serie de aficionados que no quisieron perderse esta cita importante para el cantaor onubense.

Hacía bastante tiempo que no participaba en el Festival de Jerez, ni siquiera en la propia ciudad fuera del certamen. Por eso llegó con ansias de triunfo, y quiso aprovechar el tiempo del que disponía condensando en él diferentes estilos que domina con soltura y fluidez. El 'no hay billetes' que se colgó en la puerta hacía presagiar que la velada estaría cargada de momentos espléndidos.

A Arcángel se le ve más cómodo en los estilos rítmicos, como los fandangos de su tierra o las alegrías con las que decidió cerrar el recital. Casi una hora y media de cante nos ofreció el artista. Elegante, comenzó la actuación con el pregón de Macandé. Le hacían compás en una mesa los Mellis, dos hermanos que son capaces de salvar a cualquiera en un escenario.

Aún no había salido la guitarra de la noche. Una sonanta que ya triunfó hace unos días en Sala Paúl y que en esta ocasión venía en calidad de acompañante, aunque es cierto que el estilo fue el mismo. Contratiempos y habilidades. Dani de Morón nos trajo su toque señero para que este cantaor destacara en los cantes por soleá.

Fue ligando los cantes sin coger aire para evitar perder tiempo, eso parecía. Ejerce un control bastante evidente a la hora de entonar, muy afinado, modula y acierta. Remató con una letra por granaína en las que lo vimos en un registro distinto pero en el que seguía demostrando dotes, un cantaor largo como se suele decir. Siguió caminando por el rítmico cante por rondeñas y algunas letras de abandolaos. El público, muy respetuoso, aplaudía eufóricamente al término de cada intervención. Y de repente, una buena ración de tangos. Recordó por momentos al maestro Morente...

Como él mismo reconoció, "Jerez es una tierra donde el flamenco brilla por luz propia y a la que hay que recurrir para aprender de cante", y no quiso guardarse nada para otras oportunidades, sino que se entregó por completo. En las bulerías puso compás, en la seguiriya se desgarró y en las alegrías se desbordó.

Cante

Arcángel

Cante: Arcángel. Palmas:  Antonio y Manuel Montes Saavedra ‘Los Mellis’. Guitarra: Dani de Morón. Percusión: Agustín Díaz Serra.  Día: 05 de marzo. Lugar: Sala Compañía. Aforo: Lleno.