Testimionio de un colaborador

Once años a su lado

  • Baltasar de Zárate vivió a su lado su segundo renacer en política con el CDS y el disgusto por el embargo de su casa de la muralla de Ávila

Once años a su lado, contribuyendo a levantar el Centro Democrático y Social (CDS), aquel partido que surgió de los rescoldos de una marca electoral tan herida como íntimamente ligada a la Transición en España, la Unión de Centro Democrático (UCD). Junto a unos amigos voló de Tenerife a Madrid en 1982 para conocer en persona a Adolfo Suárez y formar parte de la nueva aventura política del abulense. Baltasar de Zárate y Peraza de Ayala (Santa Cruz de Tenerife, 1944) es un abogado que pertenece al cuerpo de interventores y tesoreros de la Administración local, es letrado de las comunidades autónomas y lleva más de una década como tesorero del Ayuntamiento de Sevilla. De 1982 a 1993 fue diputado del CDS como cabeza de lista por Santa Cruz de Tenerife en la Carrera de San Jerónimo, un diputado del que la prensa llegó a escribir que daba el "coñazo" al Gobierno del PSOE con sus continuas preguntas, interpelaciones y toda suerte de fiscalizaciones.

Once años junto a su referencia en la política, Adolfo Suárez, al que no ve en persona desde 1998, cuando fue invitado por el propio ex presidente del Gobierno a un acto social en los salones del Hotel Ritz de Madrid.

"Cuando lo conocí me di cuenta de que era un hombre perfectamente consciente de su importante papel en la Transición, muy orgulloso del papel que había desempeñado, un hombre que había sido traicionado, víctima de una conjura en el congreso de la UCD de Palma de Mallorca. Qué se puede pensar cuando hasta uno de sus ministros se fue al PSOE...". Baltasar de Zárate lo trató con mucha proximidad en multitud de ocasiones: "Fui testigo de su segundo renacer en política, de la campaña en la que conseguimos cuatro diputados en las elecciones catalanas, del fiasco de la del 87, del éxito del CDS en Canarias donde llegamos a gobernar y fue una de las grandes alegrías de Suárez... Vivimos juntos muchas cosas".

¿Y cómo era Adolfo Suárez en la distancia corta? "Siempre educado, siempre cariñoso, siempre entrañable, muy entrañable, conmigo y con todos sus colaboradores en el Congreso. Recuerdo su tremenda preocupación por la enfermedad de su hija. Era también un buen conversador de sobremesa. En sus palabras se intuía su disgusto con el Rey, pero nunca decía directamente nada negativo del Rey, jamás. Pero sus interlocutores nos dábamos cuenta de ese sentimiento de disgusto, se dejaba entrever que el Rey prescindió de él porque estaba deseoso de que hubiera ya un presidente del gobierno socialista. La verdad es que al Rey y a Felipe González les venía muy bien el cambio en el poder".

La fundación del CDS obligó a fuertes sacrificios económicos. Hubo que firmar muchos avales para conseguir financiación para el partido. "Adolfo Suárez lo dio todo. Y el mayor disgusto que se llevó, nunca se me olvida, fue cuando le embargaron su casa ubicada en la misma muralla de Ávila. Con ella perdió toda una referencia familiar. Le dolió muchísimo". Cuando el CDS se acabó, los bancos comenzaron a ejecutar los avales de todos los que habían firmado. El crédito se acaba cuando cesan los cargos: "Unos años antes no llamaban a nadie, nos decían que como aún éramos diputados, pues aguantaban lo que hiciera falta. Pero cuando dejamos de serlo..."

Zárate presume hoy del primer manifiesto del partido que ayudó a levantar. "El mensaje sigue siendo no sólo válido sino más necesario que nunca". Un manifiesto en cuyo último punto, el partido aludía directamente al monarca: "El CDS mantiene como postulado irrenunciable la defensa del sistema democrático que los españoles hemos alcanzado y la consolidación de la Monarquía, felizmente encarnada hoy en la persona del rey Juan Carlos".

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