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Buena temporada de caza mayor y peor en la menor

  • Termina el periodo de monterías y solo permanece para jabalí hasta el 9 de marzo

Finca con la señalización para la práctica de caza mayor.

Finca con la señalización para la práctica de caza mayor.

El día 9 de febrero finalizará el periodo hábil de caza mayor y, por tanto, la celebración de monterías, poniéndose fin a una temporada de caza “nefasta para la caza menor y razonablemente buena para la caza mayor”, según la apreciación de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Córdoba.

La caza mayor volvió a cumplir con las expectativas de cazadores, titulares de cotos y gestores y ello pese a la pésima climatología y de la extrema sequía que ha supuesto escasez de agua en amplios territorios. Las densidades de especies como ciervo, gamo o muflón, pero sobre todo de jabalí, siguieron permitiendo lograr capturas notorias en monterías, batidas o ganchos.

La calidad de los trofeos sí ha acusado más los efectos de la climatología, dado que la escasez de alimento ha supuesto que los trofeos logrados sean de calidad media.

En cuanto a los precios de la carne, Asaja Córdoba subraya que han experimentado una importante bajada respecto a campañas pasadas. Así, los precios en el último trimestre del pasado año han oscilado entre 2,70 y 3,00 euros el kilo, frente a las cotizaciones logradas en campañas pasadas, en las que se alcanzó el récord con hasta 4,10 euros el kilo.

Asaja Córdoba destaca que otro año más, la campaña de caza menor ha sido “nefasta”.

Este ha sido el segundo año en que ha tenido incidencia la enfermedad de la mixomatosis sobre la liebre y ha habido un descenso notorio del conejo, como consecuencia de la Neumonía Hemorrágico-Vírica y sigue el declive continuo de la perdiz (a pesar de que ésta ha criado bien, especialmente en la sierra), la escasez de migratorias de verano como la codorniz o tórtola y la misma escasez e irregularidad de la migratoria de invierno por excelencia, el zorzal.

Por otro lado, Asaja ha puesto de manifiesto la preocupación del sector “por los ataques animalistas que solo demuestran demagogia e ignorancia suprema”, pues la caza genera riqueza, empleo, mantiene población en las zonas rurales, conserva el medio ambiente y es necesaria para la gestión de las poblaciones de animales silvestres, con lo cual siempre será necesaria”.

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