Ganadería

La cría de caballos de raza repunta tras una dura crisis

  • El sector critica que la Administración considere al caballo un lujo y lo cargue con el 21% de IVA. Los ganaderos se quejan de la falta de ayuda a una actividad que exporta y genera empleo.

Con casi 300.000 cabezas, Andalucía es la región de España que está en cabeza en ganadería equina. No sólo es importante el número y la calidad de los caballos andaluces -sean de pura raza española, hispano-árabes o anglo-árabes-, sino que también la cría de caballos tiene una gran importancia desde el punto de vista económico y como generadora de muchos empleos. Y, sin embargo, el sector apenas recibe ayudas ni estatales ni de la Política Agraria Común (PAC), un agravio que no le impide crecer en censos, al menos en lo que a pura raza española e hispano árabe se refiere.

Este repunte no quiere decir que la cría de caballos haya vuelto a ser lo que era ni que los precios -que se hundieron en un porcentaje mucho mayor que en otros sectores ganaderos- estén recuperados.

La crisis ha sido dura para la ganadería equina, pues, como dicen los ganaderos, el caballo no es un artículo de primera necesidad y por tanto ha sido prescindible. Así, estos ganaderos han tenido su peculiar travesía del desierto, que además han hecho prácticamente sin ninguna ayuda y con la traba de tener que soportar un IVA del 21%, "como si en vez de ganado el objeto de nuestras transacciones fueran objetos de lujo". Y es que al caballo en parte se le considera así incluso desde la propia Administración.

Rafael Palenzuela, criador de caballos de pura raza española en Córdoba, lamenta no poder quitarse de encima "la lacra de que nos vean como ganaderos ricachones en vez de empresarios y ganaderos muy profesionalizados, y que además estamos manteniendo la riqueza de una raza española que data de la época de Felipe II". Y es a este tópico, del ganadero ricachón, que cría caballos por placer, al que Palenzuela achaca la falta de ayudas que tiene este sector, lo cual es "un auténtico agravio cuando ves que cualquier otra raza autóctona, sea de ovejas, de cabras, vacas o de lo que sea tiene apoyos".

En el mismo sentido, el presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Caballos de Pura Raza Española (Ancce), Juan Tirado, dice que "el principal problema del ganadero es que no cuenta con ayudas administrativas". Y a esto se suma que "tenemos una desventaja con respecto a nuestros competidores europeos que crían otras razas de caballos". Como ejemplo, cita a Alemania, Francia, Bélgica y Holanda, países que -según dice- "deberían ser nuestros referentes, pero estamos todavía a años luz de que nuestra Administración nos considere de una forma similar a como lo hacen las administraciones de esos países con sus razas". Por otro lado, Tirado lamenta que "el caballo está fuera de la normativa de ayudas de la PAC y reciba ayudas oficiales muy pequeñas, quizás con excepción del turf (la hípica)".

Respecto al IVA, el presidente de Ancce destaca que "el régimen aplicable al caballo es del 21%, siendo la única especie ganadera que padece esta carga impositiva, lo que hace que se encarezca mucho el producto".

Estas quejas, sobre todo las ayudas nimias de la PAC y el escaso apoyo al ganadero por parte de la Administración, las comparte también Antonio Rodríguez de la Borbolla, director del Libro Genealógico de la Raza Hipano-árabe, que comenta que "las ayudas que hay son tan pequeñas -la sexta parte de la que recibe una vaca- que casi nadie las pedía, aunque ahora sí se piden algo más".

Juan Bilbao, experto en ganadería de Asaja Sevilla y buen conocedor de este sector, dice que todo el mercado del caballo se vino abajo con la crisis, aunque luego las repercusiones han sido distintas, pues hay ganaderías muy diferentes. Como dato general, Bilbao comenta que "criar un caballo cuesta una fortuna y, sin embargo, los precios se han derrumbado". Este experto recuerda la época en la que "se llegaron a pagar 75 millones de pesetas -y la moneda habla de la fecha de la transacción- por una yegua para reproducción, mientras que ahora por 900 euros te venden un potro de un año".

Rafael Palenzuela, coincide con el experto de Asaja en el bajón enorme del mercado, que, según este ganadero, se traduce en que "ahora se vende un caballo por el 25% de lo que se vendía antes". Estos precios no cubren los costes que tiene este tipo de animales por lo que, según Palenzuela, "llevamos años perdiendo dinero y todos los ganaderos hemos tenido que reducir los gastos al máximo, empezando por los empleados y continuando incluso, por los propios animales para quedarnos, como quien dice, con un reservorio imprescindible para mantener una ganadería y una genética que tanto ha costado".

Como ejemplo, Rafael Palenzuela explica que "el coste mínimo de un ejemplar, al momento de nacer, cuando sale del vientre de su madre ya es de 2.500 o 3.000 euros", algo que achaca a los gastos de nacimiento, veterinario, piensos especiales -"una yegua de este tipo tiene un embarazo casi más cuidado que el de una señora"- amortizaciones, etc. A ese coste inicial hay que sumarle el de llevarlo a adulto y entrenarlo "para que sirva", lo que, según explica, aunque sea "sin muchas pretensiones, se lleva muchos euros en horas de una persona dedicada a ese caballo". Y todo ello, "para que luego te paguen 5.000 ó 6.000 mil euros por un caballo que antes valía 30.000". Este ganadero habla de un caso concreto: "Acabamos de vender un ejemplar magnífico vendido y se ha ido a Atlanta. Nos han felicitado por la buena venta, pero cuando echas los números de lo que te ha quedado en el bolsillo ves que has perdido dinero, porque criarlo te costó varios miles de euros más".

El presidente de Ancce tiene una visión algo más optimista del sector a día de hoy. Así, reconoce que la crisis ha hecho que los ganaderos pasen "unos años ciertamente duros, especialmente desde 2008, cuando comenzó a reducirse la cabaña de una forma significativa, pues a fin de cuentas el caballo no es un producto de primera necesidad y se prescindió de su compra". Pero ve la luz en el horizonte y asegura que ahora que repunta la situación económica general, parece que "estamos en proceso de recuperación y de nuevo, está creciendo la cabaña y el número de ganaderías activas".

En el caso de los hispanoárabes, Rodríguez de la Borbolla, también apunta que, pese a las dificultades de la crisis, las ganaderías de estas razas "han aguantado mejor, porque son ganaderías que se mantienen por lo general en fincas grandes, a veces junto a vacas y los caballos hispanoárabes; al tener mejor precio y mucha versatilidad, se han vendido con más facilidad".

En esta ganadería los datos de mercado no existen, al menos de una forma oficial u organizada. Es un sector en el que, además, según reconocen los mismos ganaderos, "no aflora todo lo que se mueve, que es más de lo que parece". Pese a ello, y según la Consejería de Agricultura, el equino genera directamente más de 3.300 millones de euros de valor añadido en España y, además, impulsa otras ramas de la economía. En el caso de Andalucía, este sector genera más de 1.500 millones de euros y alrededor de 20.000 puestos de trabajo.

Según Juan Tirado, hay otro hecho muy relevante, "y es que el caballo español es la única raza ecuestre que contribuye a nuestra balanza comercial, ya que es la única que se exporta asiduamente a los cinco continentes". Asegura que "España, a excepción de caballos de pura raza española, no exporta animales vivos desde que el toro de lidia dejó de exportarse hace unos años por lo que nuestra raza debería ser mimada por la Administración pública".

Y, sin embargo, pese a la falta de apoyos públicos, parece que al menos la ganadería de pura raza española comienza a remontar, según los datos que maneja la Asociación Nacional que preside Juan Tirado. Éste destaca que "la cabaña del pura raza española y el número de ganaderos siguen creciendo a nivel mundial y en 2015 inscribimos 11.000 nuevos caballos en el Libro Genealógico de Ancce, lo que ha supuesto un ascenso en la cabaña total, llegando a superar los 220.000 ejemplares. Registramos 2.500 nuevos ganaderos de caballos españoles de países como Baréin, Estonia, Lituania, Jordania o Brasil, sumando más de 30.000 a las ganaderías activas de Pura Raza Española en todo el mundo".

En cuanto a la situación en Andalucía, según Tirado también continúa creciendo el número de ejemplares y ganaderías. En este sentido, según los datos de Ancce, a fecha actual hay en Andalucía 9.923 ganaderías registradas con 77.146 ejemplares. Estos números se vienen incrementando ininterrumpidamente desde el año 2013, en el que había 8.213 ganaderías y 75.731 ejemplares.

En el caso de la raza hispano-árabe, los datos que aporta el director de su libro genealógico indican que también está creciendo: ahora mismo figuran 450 ejemplares, frente a los 256 de hace 10 años y los 100 de hace 20 años.

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