Ricardo SERRA. Presidente de Asaja Andalucía y vicepresidente del COPA

"El campo nota mucho la falta de dinero, se vende a cuentagotas"

  • El presidente regional de Asaja retorna a la vicepresidencia del COPA justo en el momento crítico en que se cierra el reparto de la nueva PAC

Ricardo Serra, presidente de Asaja Sevilla y Asaja Andalucía ha vuelto a la vicepresidencia del COPA, el Comité de las Organizaciones Profesionales Agrarias europeas, donde ya había ostentado el mismo cargo en un periodo anterior, justo en un momento crítico en el que empieza a ponerse en marcha la nueva Política Agraria Común (PAC).

-Otra vez de vuelta a la dirección del COPA.

-Vuelvo al COPA porque había elecciones y creo que, aunque en Bruselas está oficialmente cerrada la reforma de la PAC, todavía hay muchas cosas que cerrar y porque en este momento pienso que en el Copa debería haber presencia española y de Asaja. Actualmente, el comité está presidido por un holandés, y ya sabemos cuál es la tendencia de este país en la política comunitaria, más al comercio que a otras cosas; un inglés, un francés, un español, que soy yo, una letona, un húngaro y un polaco. En esa mezcolanza entendía yo que debíamos presentar candidatura para garantizar la presencia de la agricultura mediterránea. En el COPA hay 27 países y unas 60 organizaciones, así que si no estás en la dirección tu voz se pierde. Es necesario estar en un momento como el de ahora.

-¿La PAC está cerrada o se quiere dar marcha atrás en algún acuerdo?

-La PAC está cerrada, al menos a nivel comunitario, pero queda el gran debate de la aplicación nacional. Y debería estar cerrado para diciembre, pero hablan de que podía quedar para primeros de 2014. A pesar de que ha habido acuerdos en la conferencia sectorial del 25 de julio, a nivel de Andalucía hemos tenido cambio de consejero y no quedaron cerrados todos los temas. Y el demonio se esconde en la letra pequeña, quedan muchas cosas por decidir.

-¿Qué tal sus encuentros con la nueva consejera?

-Las nuevas consejeras, que ahora son dos. Hemos tenido una primera reunión de carácter institucional, a nivel personal tenemos buena impresión, de disposición de diálogo. Lo que pasa es que antes teníamos dos consejerías que se unieron en una y ahora de una hacemos dos y toca deshacer el camino y eso está ocupando buena parte del trabajo de las consejerías en estos días.

-Algunas comunidades piensan que Andalucía ha quedado muy bien parada en la conferencia sectorial, ¿podría haber un retroceso en lo conseguido por presiones de otras regiones?

-Andalucía no sale ni bien ni mal parada. Tenía una situación y el objetivo que nos planteamos las organizaciones agrarias y la Consejería de Agricultura era que no hubiera transferencias de rentas. Creo que el anterior consejero había recorrido mucho camino en esa dirección y lo que se me ocurre pensar es que si Andalucía tiene el mayor número de perceptores, si mantiene su estatus sólo es mantener la lógica que debía imperar. Al final el dinero llega donde hay unas producciones y así se generan las ayudas.

-¿Se está empezando a interesar la sociedad por el campo? ¿lo perciben así en Asaja?

-No, yo creo que el campo no es que haya mejorado, sino que, como lo demás ha empeorado bastante, el resultado es lo que se denomina una mejora estadística. Pero no ha cambiado, la prueba es que estamos sufriendo una serie de precios que son un escándalo. Los cereales del orden del 30% del año anterior, la aceituna de mesa pasa un momento muy preocupante, al igual que el aceite, a pesar de lo almacenado. El campo está notando mucho la falta de dinero, se vende producto a cuentagotas.

-Algunos grandes jefes de distribución, de Mercadona y Carrefour por ejemplo, están cambiando el discurso, últimamente ya no defienden sólo los precios bajos.

-Están empezando a comprender que mantener la calidad con esos precios para los productores es imposible. Hay que darse cuenta que hay que pegar el producto al terreno. Estamos empezando a comprender que si hay que comprar naranjas, lo normal es que sean de productores de la zona, del Valle del Guadalquivir; en aceituna o aceite, mantener una cierta relación con la zona de producción y donde se comercializa. Yo creo que cuando no se tienen en cuenta los precios con el esfuerzo de los productores se está haciendo un daño a la producción agraria. Es absolutamente fundamental que para producir calidad los precios del producto repercutan en el agricultor.

-Agricultura de proximidad, por tanto.

-Es que en la distribución también ven que en el producto fresco o tienen calidad o están perdiendo clientela. Ésa es una de las preocupaciones que están teniendo ahora, que la fruta no puede estar dando vueltas por plataformas dos semanas, sino que hay que optar por recorridos cortos. Y aunque sea tarde le damos la bienvenida al cambio.

-¿Qué opina de las elecciones en el campo que quiere convocar el ministro Arias Cañete?

-Es un tema controvertido. La cuestión está en cómo se plantean las elecciones y quiénes votan. Además, unas elecciones cuestan dinero y todos estamos preocupados porque en estos momentos la situación en las organizaciones agrarias con la penuria económica no está para muchos esfuerzos. Por eso me gustaría saber las elecciones para qué. Ya sabemos que unos tienen X porcentaje de representatividad y otros Y, pero ¿y luego qué?

-Asaja está siendo muy activa contra los robos en el campo. ¿Mejora la situación?

-El tema de los robos sigue siendo uno de los grandes problemas porque no se roban sólo las cosechas, sino también todo lo demás. El daño del robo de un transformador, por ejemplo, es infinitamente superior al valor de lo que se roba. Y todos los días se llevan unos pocos. Se están haciendo cosas para mejorar la situación, como por ejemplo la modificación del Código Penal, a lo que se había comprometido el ministro de Justicia, un plan ROCA que conlleva mucha más presencia de los agentes en el campo. Siempre hemos dicho que una manera de acabar con el robo es luchar contra la receptación, esos puestos de aceituna abiertos a las cuatro de la mañana. Y otra cosa importante es luchar contra la receptación de ciertos materiales, como en el caso de chatarrerías que compran el cobre, sobre todo, a través más vigilancia y control del material eléctrico.

-Aparte de los robos, otras plagas o enfermedades acechan al campo andaluz.

-Tenemos el riesgo de una plaga de Sudáfrica, la llamada Black Spot. Aunque había un compromiso de cerrar la frontera, resulta que nos llega de todo y de todas partes, como las palmeras que se pierden a miles con el picudo. Ahora esta enfermedad de las naranjas puede arrasar. Si seguimos en la restricción continua de la Unión Europea de cada vez eliminar más fitosanitarios nos acabaremos quedando sin sistema de defensa. Los fitosanitarios que se utilizan pasan una infinidad de controles y además pasan unos periodos de seguridad hasta que son consumidos que ya garantizan que no haya ningún riesgo para el consumidor. En definitiva, todo el mundo dice que quiere que todo sea ecológico pero nadie quiere encontrarse un gusano en la manzana. O control fitosanitario o habrá que asumir los bichitos.

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