Andalucía es la segunda comunidad autónoma con más hectáreas de producción ecológica de HaciendasBio. Engloba el 23% de los terrenos de la compañía. Cuenta con 413 hectáreas repartidas en ocho fincas, siete en Almería y una en Sevilla, y cultiva en la región el 31% de su producción total. Además, la compañía emplea a 570 personas en Andalucía, abarcando casi el 55% del total de trabajadores en el conjunto nacional.

–Su hacienda La Falamosa de Sevilla les está permitiendo adelantar la campaña de fruta de hueso. ¿Cómo lo han conseguido?

–Como todas las fincas de HaciendasBio, la Falamosa se sitúa en un enclave estratégico, cerca de la marisma del Guadalquivir y a 70 kilómetros de la playa, donde hay un clima húmedo y unas temperaturas mínimas elevadas, lo que permiten la precocidad del cultivo de la fruta de hueso. Además, en La Falamosa los suelos son franco arenosos y frescos en profundidad.

–¿Cómo es esta explotación?

–Esta nueva finca cuenta con 97 hectáreas cultivables, 15 hectáreas de nectarina, 6 de melocotón y 5 de ciruelo. Además de otros cultivos existentes como calabazas, higo y 30 hectáreas de uva de mesa. Este es el primer año que La Falamosa da frutos, ya que entró en funcionamiento a principios de 2018 con el objetivo de ampliar el calendario adelantándonos a las producciones de Cataluña o Extremadura.

–HaciendasBio es referente en exportación de frutas y verduras ecológicas, ¿cuántos productos exportan y cuál es el volumen económico de la exportación?

–Actualmente exporta el 90% de su producción a 16 países entre los que destacan Alemania, Suiza, Austria, Francia, Holanda, Reino Unido, o los países Escandinavos, destinando un 10% para España.

–Se dedican exclusivamente a agricultura ecológica ¿cree que el consumo de los productos ecológicos está creciendo como debe o aún lleva un ritmo demasiado lento?

–La agricultura ecológica ha experimentado en los últimos años un boom en los índices de consumo en el mercado español. Un cambio de conciencia, sumado a las nuevas exigencias de los consumidores y a la apuesta del sector para llegar a todos los hogares, han llevado a la democratización del consumo de productos ecológicos. A día de hoy, el 42% de los hogares españoles consume productos ecológicos y su consumo experimenta un crecimiento del 14% frente al incremento del 2% de los productos convencionales. Esta nueva conciencia sitúa España en el “top ten” de los países con mayor consumo de productos ecológicos a nivel mundial con una facturación de 1.700 millones de euros anuales.

–¿Sigue siendo el precio el principal obstáculo para el consumidor a la hora de decidirse por productos ecológicos?

–El precio, en muchos casos, es un freno al consumo. Por eso es importante hacer pedagogía y poner en valor que el precio que pagamos por los productos ecológicos es el precio justo y real de la agricultura, sin sobrecostes sociales asociados, como sucede con los productos de agricultura convencional. A pesar de que a corto plazo los productos ecológicos tengan un precio más elevado para los consumidores, a largo plazo es más barato para la sociedad. Además del precio existen otros frenos al consumo como las dudas sobre la veracidad y la calidad de algunos productos que se venden como ecológicos, o la no disponibilidad. En este contexto, HaciendasBio lanzó hace un año y medio Biovivo, la primera marca multireferencia de fruta y verdura ecológica del mercado español que puede encontrarse en todo el canal de distribución, desde tiendas especializadas a supermercados.

Silvia Llamas

–¿Se ha ampliado el perfil del consumidor de productos ECO?

–Los millennials se han convertido en el principal consumidor eco nacional. Aproximadamente un 30% de los que buscan productos ecológicos tiene menos de 35 años; son personas nacidas entre 1980 y 2000. Su mayor concienciación hacia hábitos de compra y consumo más saludables, el hecho de ser los nuevos padres de núcleos familiares y su previsible mayor renta disponible está influyendo positivamente en los datos de consumo. Así se desprende de un informe elaborado y publicado por EcoLogical, consultora del sector de la alimentación y distribución ecológica. Además, a los millennials se suman todos los colectivos preocupados por la sostenibilidad y el medio ambiente y su salud, y los “foodies” que buscan productos novedosos, actuales o con mayor sabor.

–¿Cómo aborda HaciendasBio el reto de encontrar un packaging sostenible en plena guerra contra el plástico?

–Precisamente nuestra marca para el mercado español, Biovivo, cuenta con un packaging completamente innovador, pionero en el mercado, ecológico y 0% plástico. Este gran logro da respuesta a una de las principales tendencias: que toda la cadena de suministro sea sostenible. Esta idea ha sido replicada por otras empresas ecológicas. La inversión de más de 60.000 euros que HaciendasBio llevó a cabo liderando y desarrollando este tipo de formatos ha generado una mayor concienciación empresarial.

Silvia Llamas.

–¿Cuál es actualmente la principal complicación de cultivar en terrenos completamente libres de químicos?

–Hacer frente a las plagas y a las enfermedades que pueden presentar las plantas. La gestión de plagas en agricultura ecológica contempla técnicas y prácticas que mantienen los cultivos sanos a medio y largo plazo, no sólo se limita a controlar una plaga concreta en un momento concreto. Es fundamental crear un suelo rico en nutrientes para que éste pueda alimentar y ofrecer todos los requerimientos nutricionales que las plantas puedan necesitar.