La opinión invitada

Una nueva filosofía para el manejo de los suelos

  • Los autores exponen conclusiones del proyecto Life 'Crops for better soils'.

EN los últimos años se aprecia la necesidad imperiosa de cambiar la filosofía de manejo de los agrosistemas de secano. Tras decenios de degradación, la fertilidad y el potencial productivo de estos suelos se han perdido. La agricultura convencional ha expoliado los recursos de los suelos. El monocultivo, el uso abusivo de los fertilizantes y las malas prácticas provocan serios problemas de erosión, contaminación y pérdida de rendimientos. Por ello se ha llegado a asociar el término agricultura con un concepto nocivo para el medioambiente, pero esto no debería ser así. Puede resultar contradictorio en estos momentos hablar de una agricultura sostenible y respetuosa pero es posible y es lo que se está tratando de demostrar a través del proyecto Life Crops for better soils-Cultivos Tradicionales. Este proyecto es cofinanciado a través del Life+ de la Comisión Europea y pretende demostrar que las prácticas de una agricultura ecológica mejoran los suelos. La conferencia final de este proyecto tendrá lugar mañana 18 de mayo en el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, en Madrid. Las principales acciones desarrolladas han sido pasar de una agricultura extensiva convencional a una agricultura ecológica con manejo de los recursos naturales para maximizar tanto rendimientos como insumos aportados a los agrosistemas de tierras de secano españoles.

El proyecto LIFE+ Cultivos Tradicionales se ha desarrollado en Castilla-La Mancha, Castilla y León, Aragón y Navarra. Se ha contado con agricultores dispuestos a cambiar sus métodos. Cada agricultor puso al servicio del proyecto una media de 25 hectáreas. Al principio eran escépticos, pero con los resultados su modo de pensar ha cambiado, considerando la agricultura ecológica como la única opción viable de producción en los sistemas agrícolas extensivos mediterráneos. Tal y como afirman, "la agricultura convencional es cada vez menos rentable; el margen no hace más que disminuir. En cambio, el método ecológico consigue ser más respetuoso con la naturaleza y aumenta el beneficio".

El consorcio del proyecto ha brindado asesoría para la orientación hacia las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA). Las BPA son prácticas orientadas a la sostenibilidad ambiental, económica y social para los procesos productivos de la explotación agrícola que garantizan la calidad e inocuidad de los alimentos (COAG FAO, 2003). Destacamos las siguientes:

Manejo del suelo. El suelo es un recurso limitante y no renovable que se ha estado degradando. Debido a malas prácticas, se han perdido tierras fértiles. Esto se agrava con el clima mediterráneo semiárido.

No obstante se ha tratado de enmendar dichos errores a través del uso de métodos de labranza verticales, posibilitando de este modo la recuperación de los suelos y su descompactación. También se han recuperado técnicas como el cultivo sobre caballones gracias a la aplicación del arado romano, pues éstas ofrecen al cultivo unas condiciones edáficas más propicias.

Rotación de Cultivos e introducción de cultivos tradicionales. La rotación de cultivos es clave para la biodiversidad y para los rendimientos. Con esta práctica, se consigue que las plantas tomen mejor los recursos de tierra. Esto se debe a las distintas características de cada cultivo, así como por las profundidades diferentes de sus raíces y los microorganismos que se asocian a ellas. Cada tipo de cultivo toma los nutrientes a una profundidad distinta, pero si se siembra año tras año lo mismo se toman los nutrientes a la misma profundidad y esto termina agotando los recursos. Los coordinadores técnicos del proyecto diseñaron para cada región un sistema de rotación cereal-oleaginosa-leguminosa. Así, la leguminosa fija el nitrógeno, el cereal lo aprovecha para dar mayor rendimiento y la oleaginosa aprovecha los nutrientes de las capas más profundas del suelo. De esta manera se activa la microbiología y se permite un mejor flujo de nutrientes.

Las especies utilizadas son nativas de los sistemas de secano. Entre los cereales cabe destacar el trigo duro, la avena, el espelta o el centeno; leguminosas como los yeros, la veza, los garbanzos o las lentejas y oleaginosas como el girasol o el cártamo. Son cultivos de larga tradición en estas zonas pero que se abandonaron.

Control de Malas hierbas: Es una preocupación porque el uso indiscriminado de pesticidas y herbicidas ha provocado problemas como la aparición de resistencias de algunas especies y eso provoca pérdidas. El proyecto ha recuperado diversas prácticas culturales que se usaban antes de la aparición de los herbicidas sobre todo en los cultivos cerealistas de secano. Por ejemplo, la rotación de cultivos es una medida eficaz para el control de malas hierbas. Otras medidas culturales son las siembras tardías y cultivos en líneas agrupadas, así puede pasar una "binadora" entre líneas. Los pases con la grada de púas flexibles es otro método de control físico igual que el uso de cultivos combinados (cereales-leguminosas) que hacen innecesario el uso de herbicidas.

Tras estos cinco años, el proyecto ha obtenido datos que cuantifican su eficacia. Además de buenos resultados, se ha logrado ir mejorando la calidad de los suelos y cambiar la predisposición de los agricultores hacia esta agricultura.

Gracias a los cursos de formación, los interesados han comprobado que la agricultura ecológica es viable en diversas zonas. Los interesados pueden descargar los manuales y presentaciones en www.cultivos-tradicionales.com.

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