Ignacio Moya. investigador de Ingeniería Química de la Universidad de Granada

"El problema del uso de los residuos tiene un carácter global"

  • El científico y su equipo han logrado desarrollar productos de alto valor añadido en cosmética a partir de residuos de la industria oleícola como el alperujo

YA hay empresas de cosmética interesadas en el resultado de la investigación objeto de la tesis doctoral de Ignacio Moya, de la que se siente satisfecho y en la que piensa seguir trabajando en los próximos años. Convertir el alperujo en un componente básico para la elaboración de medicamentos y productos de belleza es la tarea en la que lleva ya cuatro años inmerso este científico.

Pero ahí no queda todo, la clave del tema es que el alperujo es el principal residuo de la fabricación de aceite de oliva; un residuo del que se produce un elevado volumen cada año y que es altamente contaminante. Y mediante los procesos descubiertos en la investigación de la Universidad de Granada se pueden obtener estas materias primas para la cosmética con un mayor respeto hacia el medio ambiente.

El reto al que tiene que hacer frente el equipo investigador es que sea rentable para la industria; no es poco.

-¿Cuál es el título exacto de su tesis doctoral?

-El título completo es: Desarrollo de bioprocesos para la conversión de residuos oleosos en agentes de superficie.

-¿Puede explicar el logro de la investigación que ha llevado a cabo de modo comprensible para los no científicos?

-Básicamente, el principal logro de la tesis ha sido la obtención de productos de alto valor añadido a partir de residuos derivados de la industria oleícola. Más específicamente hemos estudiado dos tipos de residuos: aceites residuales de fritura y alperujo. A partir de ellos hemos conseguido producir sustancias conocidas como "tensioactivos" o "surfactantes". El uso de residuos como materia prima permite obtener estos productos mediante procesos renovables y evitar potenciales daños al medio ambiente por parte de los mismos.

-Ha contado con la colaboración de dos grupos de investigadores, uno la Universidad del Ulster en Irlanda del Norte y otro de la Universidad Regional de Blumenau en Brasil. ¿Por qué interesa en Irlanda del Norte y Brasil el uso de los residuos de la industria del aceite?

-La problemática de la reutilización de residuos tiene un carácter global. En esos países el uso aceite de oliva no está tan extendido como en España. Sin embargo los residuos producidos sí tienen características comunes. Para nosotros ha sido una suerte establecer estas colaboraciones ya que nos han permitido aprender de su experiencia en el campo de la biotecnología y la microbiología.

-¿Para qué sirven los surfactantes?

-Los surfactantes son sustancias que se encuentran en infinidad de productos de uso diario (como alimentación, cosmética, productos del hogar, etc.) y también tienen aplicaciones en campos muy específicos. Principalmente provienen de productos derivados del petróleo y requieren procesos químicos para su obtención.

-Y su hallazgo es obtenerlos evitando los daños al medio ambiente, ¿no?

-En las últimas décadas, cada vez están tomando más fuerza las alternativas que ofrece la biotecnología, la cual permite obtener productos con funciones similares a sus equivalentes sintéticos mediante procesos más respetuosos con el medio ambiente. Como en nuestro caso, que hemos producido "biosurfactantes" a partir de alperujo.

-¿Sabe qué volumen de alperujo se genera al año aquí?

-Los últimos datos que manejamos indican que en España se produjeron en torno a 7 millones de toneladas de alpeorujo en la campaña 2013-2014.

-¿Qué se hace hasta ahora con ese desecho inevitable para la producción de aceite de oliva?

-Según la información que hemos recabado durante este tiempo el alperujo es principalmente incinerado, normalmente tras haber extraído la fracción de aceite que contiene y los huesos de la aceituna. En algunos casos se aprovecha su combustión para la producción de electricidad, aunque los rendimientos suelen ser bajos. Además de esto hay distintas aplicaciones propuestas y en distintas fases experimentales y de aplicación, como la extracción de componentes de alto valor añadido, el compostaje o su uso para alimentación animal.

-Las técnicas que usted y su equipo de investigación han desarrollado permite utilizar el alpeorujo para aplicaciones en campos como la cosmética, medicamentos, alimentación o medioambiente. ¿No se usaba este residuo antes en estos campos? ¿Cuáles su innovación?

-En nuestro grupo hemos conseguido demostrar que es posible producir biosurfactantes a partir de alperujo, aplicación que hasta la fecha no había sido propuesta. Al tratarse de productos naturales, estos biosurfactantes son muy atractivos para su uso en productos que tengan una aplicación directa sobre las personas o el medio ambiente.

-¿Puede concretar o poner ejemplos de las aplicaciones que las técnicas conseguidas por usted podrán tener en cada uno de esos campos: medicina, cosmética, alimentación y medioambiente?

-En definitiva, nuestra investigación pretende obtener biosurfactantes a precios económicos para su implantación de manera efectiva en la industria.

-¿Han estudiado la viabilidad económica de la aplicación de las técnicas que han desarrollado? O dicho de otra manera, ¿usarlas encarecería la fabricación de cosméticos y medicamentos?

-A fecha de hoy no la hemos estudiado en profundidad. Sin embargo, sí sabemos que la producción de biosurfactantes a partir de alpeorujo y otros residuos no es tan eficiente como la obtenida para otras materias primas no residuales. Con lo cual el precio final del producto puede ser más alto, a pesar del ahorro que supondría el uso de un desecho muy barato como material de partida. También hay que tener en cuenta que actualmente los biosurfactantes no son competitivos en precio frente a los surfactantes sintéticos. Es por ello que es necesaria más investigación para conseguir obtener estos productos a precios competitivos.

-¿Han registrado ya la patente de su investigación?

-No, no hemos registrado ninguna patente en relación a esta investigación. Actualmente los resultados principales están publicados en revistas científicas.

-¿Cree posible que algún laboratorio de cosmética o farmacéutico se interese por su descubrimiento?

-Ya hay empresas de cosmética interesadas en la aplicación de biosurfactantes. Pero para su producción a mediana y gran escala hoy en día no se usan residuos. Para eso aún es necesario el desarrollo de procesos más eficientes.

-¿Puede su hallazgo dar pie a más investigaciones?

-Claro, en nuestro grupo aún tenemos algunas ideas que nos gustaría explorar respecto al aprovechamiento de residuos de la industria del aceite. A su vez también espero que nuestro trabajo pueda servir de punto de partida para otros investigadores.

-¿Cuándo se dieron cuenta de que su hallazgo podría suponer un cambio cualitativo en el tratamiento del alperujo?

-En el momento en el que comprobamos la hipótesis de la que partíamos y comprobamos que es posible obtener biosurfactantes a partir de alperujo.

-¿Cuánto tiempo les ha llevado realizar la investigación?

-Llevamos trabajando cuatro años y nuestra idea es continuar trabajando en este tema.

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