Almería en Corto

Edward Hopper, el pintor que inspira a los cineastas

  • El Museo de Almería acogió un documental sobre uno de los artistas que han marcado a grandes del cine

Una obra de arte puede inspirar la creación de uno de los lugares más terroríficos de la historia del cine, la casa de Norman Bates en la película Psicosis, de Alfred Hitchcock. La obra pictórica se titula La casa junto a las vías del tren. Edward Hooper, el encargado de recrear este edificio en una de sus pinturas, ha influido de forma determinante en las creaciones de fotógrafos, cineastas y pintores.

Por su fuerte influencia en diferentes directores de cines de distintas épocas, el Museo de Almería acogió ayer, a las 18:00 horas, el documental Edward Hooper, el pintor del silencio dentro del programa Canal +: Tras la pista del cine.

Hopper se crió en una familia de ferviente puritanismo y eso influyó hasta que comenzó con su etapa parisina, de la que se puede ver algunas pinceladas de la influencia conservadora que vivió desde pequeño.

La realidad es el punto de partida de las obras realizadas por Edward Hooper. Es el pintor de los enigmas cotidianos y como él dijo en una entrevista de 1961: "En mis cuadros me represento a mi mismo".

El universo femenino, que refleja en su obra, muestra a una mujer ensimismada, abstraída, semidesnuda... Su mirada parece que guarda un secreto, representa un sentimiento. Las figuras que retrata Hooper se parecen a personajes de película. En una cama, sentada y con un gesto de mirar al infinito podría describir una de las escenas que más se han representado en largometrajes como Eclipse, Las horas o La última película.

La mujer se refleja como su guía para plasmar la realidad, la soledad. Con la representación de las personas que plasma en sus obras, da forma interior al universo de los personajes. Cada uno de los elementos de sus pinturas forman un cuadro.

El pintor rechazó el arte abstracto, pero algunos autores de este estilo si admiraron su obra y se inspiraron en algunas de sus pinturas.

El sol es el protagonista de las obras de Hopper. Durante los años 40, muchos largometrajes muestran la influencia del pintor con escenas donde se ven fuertes contrastes de luz.

Una característica que define al pintor de los enigmas cotidianos es su reconocido voyeurismo. Al pintor le gustaba observar desde su ventana, por la noche y con las luces encendidas de las habitaciones para poder ver lo que estaba sucediendo dentro. El placer de mirar sin ser visto era una de las máximas de Hopper.

Las ventanas, que muestra en los edificios que realiza, parecen ojos sin vida. Las casas que muestra no están construidas sobre una base sólida.

Junto a su mujer, Jo Nivison Hopper, que también era artista, realizó multitud de viajes que se reflejaron en su obra. Colinas, acantilados y detalles de la América profunda se podían ver en los cuadros del pintor.

David Lynch y Alfred Hitchcock son dos de los directores de cine que se inspiraron en la obra de Hopper y lo mostraron en distintas escenas.

En la película Alicia ya no vive aquí, de Martin Scorsese, también se puede ver claras influencias del pintor estadounidense.

Sus creaciones evolucionan a un fuerte realismo, que se sintetizan en una visión figurativa donde se muestra la visión poética de Hopper.

Así, en los cuadros de Hopper aparecen imágenes urbanas o rurales, inmersas en el silencio, en un espacio real y metafísico que destaca por la fuerza en las emociones. Un pintor que representó la imagen de una película.

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