Absuelto un empresario almeriense que mató a dos hombres en "legítima defensa"
El Tribunal Supremo revoca una sentencia del TSJA, que lo condenó a dos años de cárcel
El Tribunal Supremo (TS) ha absuelto al empresario almeriense José Antonio G. G., que mató a tiros de escopeta a dos hombres, porque aprecia la eximente completa de legítima defensa. El primer fallecido le disparó con una pistola mientras que el segundo intentó clavar un estilete al hermano del empresario. José Antonio G. G. recurrió al TS tras ser condenado por homicidio atenuado por el segundo fallecido.
Según los familiares del empresario, éste sufrió extorsiones por parte de sus víctimas durante más de quince años, periodo en el que les abonó más de 480.000 euros y en el que fue secuestrado en diversas ocasiones. Las víctimas pertenecían al clan de etnia gitana de Los Pertolos, muy conocidos en el ámbito judicial y con un dilatado historial delictivo por extorsión y homicidio.
El 18 de marzo de 2009, dos vecinos de Albox -tío y sobrino-, Juan Petronilo R. T. de 52 años y cabecilla de Los Pertolos, y Juan Petronilo R. F., de 19, irrumpieron armados en su oficina de la fábrica Mármoles Ballester de Olula del Río para exigirles el pago de una importante cantidad de dinero. El encuentro terminó en una discusión en la que Juan Petronilo R. T. exhibió una pistola. Después, aparentemente calmados los ánimos y desde el exterior del despacho, Juan Petronilo R. T. disparó varios tiros hacia el interior.
El acusado, al asomarse a la ventana y ver que el cabecilla de Los Pertolos le apuntaba con la pistola y efectuaba tres disparos hacia el interior de la oficina, se asustó, cogió la escopeta que tenía en su oficina y disparó al ver "en grave peligro su integridad física". Juan Petronilo R. T. cayó muerto en el acto. Su sobrino sacó un estilete e intentó clavárselo a Cristóbal, por lo que "con la misma idea de acabar con su vida", el empresario le disparó en dos ocasiones, afectando sus órganos vitales con el primer tiro y matándolo con el segundo. Inmediatamente después, el autor de los disparos llamó a la Guardia Civil y se entregó.
José Antonio G. G. fue absuelto de ambos homicidios al considerarse la legítima defensa como móvil, pero el fiscal, que estuvo de acuerdo en absolverlo de la primera muerte, recurrió ante el Tribunal Superior de la Junta de Andalucía (TSJA) en relación con lo ocurrido con la segunda. Este tribunal consideró que el segundo disparo no fue necesario y lo condenó a dos años y seis meses por homicidio atenuado, y a una indemnización de 70.000 euros.
El condenado recurrió al Tribunal Supremo, que ahora ha revocado la sentencia del TSJA absolviendo al empresario.
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