El PP andaluz ha metido el turbo para preparar un congreso extraordinario que se celebrará dentro de sólo tres semanas, del 1 al 2 de marzo, aunque su afán pasa por alejar la sombra del dedazo de tal elección. Por ello, la responsable de organizarlo, Carolina España, calificó el cónclave de "abierto, democrático y libre" y "alejado de cualquier intoxicación del exterior". Y es que, en su opinión, la acusación del dedazo proviene del PSOE andaluz, el partido que eligió a Susana Díaz como candidata a presidenta en unas primarias que no concluyeron porque sólo ella pudo conseguir los avales necesarios. Sin embargo, desde el exterior, al menos geográfico, Esperanza Aguirre, la presidenta del PP madrileño, puso en cuestión la propia transparencia de este congreso al asegurar que se debería dar la voz a la militancia para evitar que sea "el dedo divino" quien designe. En unas duras declaraciones contra Javier Arenas en esRadio, aseguró que el antiguo líder del PP andaluz se empeña en que haya un solo candidato por los "recuerdos que tiene de los congresos de UCD". Es más, Aguirre animó al PP andaluz a organizar un congreso "valiente" como los que eligieron a sus comunidades a Alberto Núñez Feijoó, en Galicia, y a José Ramón Bauzá, en Baleares. "Ya está bien de mangonear", insistió la dirigente madrileña.

Desde el PP andaluz se mantiene que no hay ningún tapado y que cualquier militante que lo desee puede presentar su precandidatura si obtiene sólo 90 avales. Con este respaldo, que debe conseguirse en un plazo de seis días, el aspirante tendrá que reunir después un 20% de las firmas de los 1.566 compromisarios que vayan al congreso. Aunque varios dirigentes auguraron después de la junta directiva regional del pasado miércoles que sólo habrá un candidato de consenso, y que éste debería tener como condición el respaldo de Rajoy, Carolina España ve las acusaciones en el "exterior". "Quienes desde fuera del partido atribuyen el proceso de renovación a un dedazo deberían mirar dentro de sus propias filas", aseguró.

Lo que sí parece claro, según diversas fuentes consultadas, es que en el PP andaluz aún se está discutiendo sobre la ideoneidad de distintos nombres. José Luis Sanz es el candidato con más opciones, pero a las dudas de Mariano Rajoy se suma la oposición de Javier Arenas y las presidencias provinciales más cercanas, las de Cádiz y Almería. La de Málaga, por su parte, recela del protagonismo que en la nueva dirección del PP seguiría teniendo la de Sevilla. José Luis Sanz es natural de esta ciudad y alcalde de Tomares.

Por eso, cobra sentido la tesis de que el PP estaría buscando una dirección en la que si Sanz es, definitivamente, el presidente, habría un secretario general de la provincia de Málaga. Y ahí andan las discusiones. Ana María Corredera es de Antequera y una de las personas que asistió al almuerzo del miércoles con María Dolores de Cospedal, pero no es del ámbito de su presidente provincial, Elías Bendodo. Otras fuentes indican que el propio Bendodo podría ser el número dos de José Luis Sanz, aunque ambos han tenido intereses contrapuestos en esta batalla por la sucesión de Juan Ignacio Zoido.

Aunque nadie se atreve a señalar un pronóstico, la sensación es que, al final, José Luis Sanz logrará ser el presidente. Sólo un desacuerdo general le daría alas a otro aspirante, caso de la almeriense Carmen Crespo, que no ha dejado de estar dispuesta a enfrentarse en unas elecciones a Susana Díaz.