"Iniciamos las obras dentro de la legalidad y las continuaremos dentro de la legalidad". Azata del Sol, promotora del símbolo de la destrucción del litoral, no tiene previsto reiniciar los trabajos del polémico hotel del Algarrobico hasta que llegue una sentencia definitiva del Supremo relativa a la propiedad de los terrenos que, hoy por hoy, corresponden a la Junta en base a una sentencia del Tribunal Superior de Andalucía que valida el derecho de retracto sobre el suelo sobre la que se asienta la mole de 65.000 metros cúbicos de hormigón. Eso sí, las cinco fincas adquiridas en 1999 por la mercantil madrileña no han alterado aún su inscripción en los registros y continuarán, al menos unos meses, a nombre de la promotora que ayer se negó, tal y como avanzó esta redacción, a que se hiciera efectiva la compra de los terrenos para que pasaran a la titularidad pública.

Azata no acudió a mediodía a la notaría porque se opone al cambio de escritura de la parcela hasta que el Supremo resuelva los dos recursos de casación contra el retracto ejercido por la Junta de Andalucía en noviembre de 2006 por 2,3 millones de euros.

La oposición de la mercantil será la tónica predominante para todos los actos que promueva a partir de ahora la administración regional en su intento de hacerse con la titularidad de las fincas del sector urbanístico ST-1 y así se lo ha manifestado.

De hecho, días después de que la Consejería de Medio Ambiente citara mediante burofax y a través de un anuncio en el Boletín Oficial de la Junta deAndalucía del 21 de agosto para comparecer hoy en una notaría de la capital, la promotora avisó de que no acudiría a la firma de la venta y su disconformidad con el ejercicio del retracto acelerado por las dos últimas sentencias del alto tribunal andaluz en las que se legaliza la licencia municipal de obras del hotel y se valida la calificación urbanística del sector en el que se construía hasta que fuera paralizado, casi al 95% de ejecución, por un auto del juez Jesús Rivera en febrero de 2006.

El departamento ambiental de la Junta, que ha fijado el derribo del Algarrobico como prioritario en su agenda, anunció ayer que se inscribirá a su nombre el suelo pese a la no comparecencia de la promotora. Es más, la consejera María Jesús Serrano ya advirtió, en el debate parlamentario del miércoles, que "agotarán todos los recursos administrativos, judiciales y gubernativos que estén en su mano para garantizar la plena disponibilidad del terreno". En su citación de agosto le recordó a Azata del Sol la "imposibilidad" de ejecutar cualquier acto que suponga una transformación de las fincas en las que empezó a construirse hace 11 años el hotel indestructible.

El fantasma de un reinicio de los trabajos planeaba sobre Carboneras tras los fallos del TSJA que dieron un giro radical a la dinámica judicial del hotel y ayer mismo el delegado provincial de Medio Ambiente, José Manuel Ortiz, quien acudió a la notaría a sabiendas que no se podría realizar la escrituración, argumentó que "sería una locura" que la empresa retomara las obras mientras existan sentencias contradictorias.

El Ayuntamiento de Carboneras planteó ayer precisamente lo contrario e invitó a la promotora al reinicio lo antes posible. Por su parte, el abogado de Ecologistas en Acción, José Ignacio Domínguez, argumentó que la Junta puede inscribir los terrenos porque el dinero está depositado. "Si la empresa lo toma o no es otra cosa". Los conservacionistas han pedido a la administración autonómica que "debe parar los pies" a la constructora y consistorio mientras sigue con su particular cruzada contra los magistrados.