Carnaval de cádiz La noche de la gran final

Ambiente de gala en el Falla y premios muy disputados

  • El Selu y la comparsa de El Puerto son los mejores de la primera parte · El cuarteto de Morera también gustó

Con un gran ambiente se celebraba en la madrugada de ayer la final del Carnaval de Cádiz en el Teatro Falla. A las 2:00, con puntualidad, comenzaba la gran fiesta del Carnaval. Entre los presentes estaban la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez; el presidente del Bicentenario y consejero de Gobernación de la Junta, Luis Pizarro; el secretario general del PP Andaluz, Antonio Sanz; autoridades gaditanas y diversos famosos y artistas, como Los del Río.

Abrió la sesión Las reinas del Pópulo, el coro de los Niños. Estuvieron en su línea simpática habitual, con un buen tango dedicado a tender la mano a las agrupaciones que vienen de Sevilla y otro de crítica a los políticos gaditanos. Destacaron también un cuplé a Michael Jackson y, por supuesto, su animado popurrí.

El listón subió después con Los que no se enteran. La chirigota de El Selu estuvo genial en dos pasodobles de impacto: uno que ya habían cantado sobre la coincidencia en 2012 del Bicentenario de la Constitución de Cádiz y el fin del mundo, y otro excelente para burlarse del pregonero del Carnaval, que es él mismo. En tono bueno, pero inferior, estuvieron los dos cuplés. Sin embargo, elevaron el nivel en su conseguido popurrí. En conjunto demostraron que podían ganar.

Como es habitual, en la final se entregaron los antifaces de oro, etsa vez a Manolo Cornejo, Ramón Andrades Chispa, Mariano Varela y Rafael Valero.

Otro momento cumbre de la noche llegó a continuación, con la comparsa de El Puerto, Medio siglo. Las letras de Antonio Rivas y su tipo alusivo al cincuentenario de la comparsa han conectado con el público. Sus pasodobles al mal trato a los profesores y al juez Garzón fueron muy aplaudidos. Pero donde triunfaron de verdad fue con su popurrí, despedido con gritos de "campeones", que después se oirían más veces.

El primer corte de la final culminó con el cuarteto de Morera, Los vaqueros de Springfiel, con su parodia del Oeste. Lo mejor llegó al final, con la conversión del Morera en un caballo por el hechicero. Buenos golpes, aunque en claves muy gaditanas.

Después la madrugada sería larga y densa. Se esperaba una gran final, que culminaría con la comparsa de Antonio Martín.

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