Andalucía

Atrapan al presunto fratricida de Gérgal

  • El ahora detenido intentó escapar de la casa en la que estaba atrincherado pero fue localizado por la Guardia Civil, por lo que se entregó sin ofrecer resistencia. Se ha negado a declarar ante los agentes, que siguen buscando el arma homicida.

El vecino de Gérgal en busca y captura por matar a tiros el pasado domingo a su hermana ha sido detenido después de permanecer atrincherado en su casa desde el martes por la noche y de un intento de fuga de la casa que estaba rodeada por efectivos de la Benemérita.

El esfuerzo de la Guardia Civil, tras 72 horas de intensa búsqueda, y la colaboración vecinal, hicieron posible la localización de Juan L. C., presunto asesino de su hermana, en la localidad de Gérgal. El momento se produjo a última hora de la tarde de este martes. Según ha declarado a Efe el alcalde de Gérgal, Miguel Guijarro, el presunto agresor pudo haber escapado tras hacer "un agujero en la pared o en el suelo, aunque aún hay mucha confusión". Antonio Lao, vecino de la localidad y testigo del apresamiento, ha asegurado que estaba en la zona contemplando la actuación policial cuando varias personas comenzaron a gritar que el fratricida se escapaba de la casa. Como buen conocedor de la zona, uno de los agentes pidió a Lao que los acompañase y llegaron a un lugar donde el huido estaba agazapado en una terrena, cerca de un pozo. Los agentes le dieron el alto y el hombre se entregó sin ofrecer resistencia, sólo pidió agua, y fue trasladado al cuartel de la Guardia Civil.

El detenido se ha negado a declarar ante los agentes de la Guardia Civil, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno. J.L.C. será trasladado a las dependencias de la Comandancia de Almería, en las que permanecerá hasta pasar a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Almería.

Mientras, continúa la búsqueda del arma con la que supuestamente habría acabado con la vida de su hermana Isabel y herido de gravedad al yerno de ésta y a una vecina. La investigación de la Guardia Civil deberá esclarecer, entre otros asuntos, cómo pudo romper el cerco policial y escapar de la casa en la que estaba atrincherado antes de ser capturado. Algunas de las hipótesis son la existencia de una galería subterránea, o, según ha declarado a Efe el alcalde de Gérgal, Miguel Guijarro, que escapó tras hacer un agujero en la pared o en el suelo. Otra de las cuestiones pendientes es dónde estuvo J.L.C. desde que emprendió la huida el pasado domingo hasta que fue visto por unos vecinos mientras abandonaba un sótano de la calle Padres Redentoristas para introducirse en la vivienda de su madre.

Tres vecinos, en torno a las 20:00 del lunes, se pusieron en contacto con la Comandancia de la Guardia Civil avisando de que habían visto a Juan L. C. entrar en el número 1 de la calle Chumberas, pararela a Padres Redendoristas, donde el supuesto criminal mató su hermana y dejó dos heridos, pero también el lugar exacto en el que había estado escondido durante todo es tiempo: en el sótano de un inmueble propiedad de María (la vecina herida) que no cerraba con llave, sino con cerrojo; y siempre con la escopeta con la que realizó los disparos en su posesión. Pero, finalmente fue cazado por los vecinos mientras se disponía a pasar de una vivienda a la otra, la de su madre, a escasos 20 metros de distancia. En el sótano se encontró comida, por lo que la investigación trata de terminar si contó con ayuda.

Entonces, la Guardia Civil acordonó el inmueble en un radio de 200 metros (desde calle Palma hasta la Plaza Nueva) y una Unidad Especializada llegó hasta el lugar de los hechos para negociar con presunto fratricida, quien se encontraba atrincherado en su interior sin contestar a los mensajes que, con megáfono en mano, lanzaban los miembros de la Guardia Civil. Para conseguirlo, al no tener respuesta del atrincherado, se lanzaron bombas de humo. Pero Juan contestó y comenzó el diálogo. Los hijos de este fueron requeridos con la Guardia Civil para intentar que el este entrara en razón y abandonara la casa por sus propios medios.

Fue un día duro. Transcurrió con una intensa búsqueda de la Guardia Civil en distintos puntos. Es vox populi en Gérgal que Juan L. C. (52 años) había flirteado con los robos en diferentes ocasiones -ya había estado preso en los noventa-, incluso se hablaba de la apropiación indebida de escopetas, pero no ha sido hasta ahora, tras el rastreo que acometió la Guardia Civil en el cortijo que cuidaba en la Rambla del Carril, cuando la intuición y runrún parecen confirmados. Según apuntaron fuentes de la investigación, la Guardia Civil localizó "un arsenal de armas y cinco kilos de marihuana" en el interior de esta propiedad, que se encuentra a unos dos kilómetros de distancia de esta localidad de la Comarca del Nacimiento.

La investigación realizada por los agentes les llevó a pensar que el fugitivo podría haberse refugiado durante la mañana de ayer en la finca que lleva cuidando durante años y en la que prácticamente residía, pues aunque antes estaba al cargo de su madre de 90 años, no lo hacía desde hace un tiempo, después de que su hermana Isabel la llevara consigo a Tarrasa, donde residía. De esta forma, a primera hora del martes, una Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil irrumpió en la propiedad, ante indicios que sugerían que podría haberse atrincherado en su interior, aunque, finalmente, no se encontró nada de él. Pero sí se hicieron cantidad de armas, mayormente escopetas, y cinco kilogramos de marihuana.

Juan L. C. sumaba tres días oculto a la vista de cualquier persona. Hasta que los vecinos dieron el aviso de haberlo visto entrar en su casa, nadie en Gérgal dio pistas. El helicóptero de la Guardia Civil llegó incluso a vigilar la Comarca del río Nacimiento dirección al oeste, pero los rastreos tuvieron mayor intensidad hacia el sur de la Sierra de los Filabres, llegando incluso a poner especial atención en las localidades de Olula de Castro y Aulago. Fuentes cercanas a la investigación manifestaron que un espacio de entorno a 6.000 metros cuadrados de la localidad de Tabernas también fue objetivo de estudio, aunque el grueso de la búsqueda se sigue desarrollando todavía en Gérgal.

Juan huyó con la escopeta repetidora con la que disparó y causó la muerte de su hermana e hirió a Jesús, el yerno de ésta, y María Vázquez, que siguen evolucionando favorablemente y todavía se encuentran en planta en el hospital de Torrecárdenas de la capital. En principio, según ha podido conocer Diario de Almería, la escopeta no ha sido localizada.

La Guardia Civil realizó un profundo registro de cortijos de la localidad, pues es posible que Juan L. C. estuviera usándolos para escapar de los prismáticos, los canes, la vista de los agentes e incluso los helicópteros de día y tratar de realizar movimientos durante la noche, con el fin de despistar. La otra posibilidad era que hubiera logrado abandonar la zona, aunque esta es una opción que no se contemplaba por parte de las fuerzas de seguridad, que siguen pusieron todos los medios disponibles, con casi setenta miembros, para localizar a un hombre que ha causado un daño irreparable en su familia y que mantiene en vilo a toda una localidad. Hay que recordar que en las tareas de vigilancia y rastreo, además de la Guardia Civil, colaboran la Policía Judicial, agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana y de los puestos de municipios cercanos.

Todo este proceso de localización se inició en la mañana del pasado domingo en la calle Padres Redentoristas, hasta la que se había desplazado su hermana para recoger unos muebles que le pertenecían tras haberlos ganados en juicio y con lo que Juan L. C. no estaba muy de acuerdo. Fue entonces cuando el presunto asesino, al parecer teniéndolo ya premeditado, arremetió con balas contra su hermana Isabel y quienes le acompañaban, hiriendo a dos personas más y persiguiendo a una tercera, que finalmente terminó escapando sin ningún tipo de herida.

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