Tras las duras críticas de la oposición, que en el caso del PP se materializaron en una enmienda a la totalidad, la Junta de Andalucía encontró ayer a sus primeros aliados para sus presupuestos para 2012. UGT-A y CCOO-A mostraron ayer su apoyo a la "opción social" adoptada por el Gobierno andaluz en sus cuentas, tras ser informados de su contenido por la consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo.

El secretario general de UGT-A, Manuel Pastrana, rechazó que se produzca una bajada de las inversiones, ya que "la inversión en sanidad, educación o servicios sociales supone el mantenimiento de la actividad de varias decenas de miles de empresas y de cientos de miles de empleos". Admitió que esa "apuesta por educación, sanidad y servicios sociales" constituye una opción presupuestaria "válida y positiva". "Se trata de optar entre esa prioridad o hacer kilómetros de carreteras, y la opción de la Junta es perfectamente válida. No se trata sólo del mantenimiento del servicio de sanidad o educación, sino que se genera una inversión muy importante y miles de trabajos", dijo.

No muy distinta fue la lectura del secretario general de CCOO-A, Francisco Carbonero, que consideró que los presupuestos "deben tener como objetivos prioritarios la creación de empleo y la protección social y el mantenimiento del Estado del bienestar".

Carbonero consideró que la generación de empleo mediante la inversión es "insuficiente", pero "no como consecuencia de las posibilidades del presupuesto andaluz, sino por culpa de las políticas que emanan de la UE y que están llevando a este país y a Europa a una situación de dificultades".