Debate sobre el estado de la comunidad

Cambio vs espera

  • Si Griñán y el PSOE llevan dos años instalados en un estado permanente de reformas, fruto de una reflexión electoral, el PP de Arenas reposa pacientemente para no despertar al electorado socialista desafecto

Si el presidente Griñán confía en el cambio interno para evitar el cambio electoral, el opositor, Javier Arenas, se ha instalado en la espera, convencido de que la alternancia política en Andalucía caerá como una fruta madura atraída por la recesión económica, el defecto ZP y los propios errores del socialismo andaluz.  "Se ha roto un paradigma, y es que el PSOE era el partido defensor de los derechos sociales; eso no había pasado nunca hasta ahora", manifestó Javier Arenas a este medio el martes pasado.

Así, con dos tendencias electorales convergentes (ver el gráfico adjunto), pero con dos estrategias dispares, Griñán y Javier Arenas acuden al Debate del estado de la Comunidad, el primero que se convoca desde el año 2007. No obstante, esta demora de tres años no se deben ni la desidia del partido del Gobierno ni al miedo a confrontar una realidad demasiado dura con la oposición del PP ni de IU. Nada de ello, el atraso  obedece al cambio permanente en el que el PSOE anda metido desde hace dos años. En 2008 no hubo debate porque fue sustituido por el discurso de investidura de Manuel Chaves, que había ganado en marzo las elecciones autonómicas, y en 2009, fue el de su sucesor, José Antonio Griñán.

La norma manda que cuando hay cambio de presidente no se celebren estos debates; pero esto, lejos de ser una curiosidad, refleja esa mudanza del socialismo andaluz que fue concebida como una estrategia electoral, aunque a muchos de sus dirigentes y a algunos cargos de la Junta les está provocando cierto desconcierto. De un modo muy gráfico, así lo explicaba un socialista con unos cuantos trienios de militancia y con un destacado cargo en una de las consejerías: "Nos hemos llevado un año discutiendo quién manda aquí, y ahora nos vamos a llevar otro discutiendo por dónde recortamos; a este paso se nos va la legislatura". En el PP también se admite sin tapujos la sorpresa que les está causando la deriva del PSOE andaluz. "Son como principiantes, van de error en error, la sucesión de Chaves, Griñán, el congreso extraordinario y ahora las cajas de ahorros", comentó a este medio un alto dirigente popular.

El PP ha optado por otra estrategia. Su fijación son las elecciones municipales, y el resto se confía a la evolución de la crisis. En el PSOE andaluz se interpreta que tanto Arenas como el PP nacional buscan la desmovilización del votante socialista. Un consejero de la Junta explicó que sus encuestas indican que hasta un 45% de los votantes socialistas de 2008 no saben a quién apoyarán en las urnas en 2012: "Por eso el PP y Arenas quieren que se prohíban las precampañas electorales, lo que no quieren es campaña, desean la desmovilización".

Los cambios, más que la política, han marcado hasta ahora la  legislatura: dos presidentes y tres gobiernos en dos años. Las consejerías de Educación, Innovación o Presidencia han tenido hasta tres titulares. Si bien la operación Griñán se concibió en un principio como una suerte de transición, el nuevo presidente forzó un tsunami en la cúpula del PSOE en forma de congreso extraordinario. Fue el cambio sobre el recambio, una decisión que adoptó convencido de que sólo una reforma radical podría alargar el ciclo socialista. Ésa es su apuesta.

Por eso, esto no ha obedecido a una improvisación, sino a la convicción de Griñán -también de Mar Moreno, su consejera de Presidencia- de que el único modo de que el PSOE se mantenga en el poder en Andalucía después de 28 años ininterrumpidos es  acometer una profunda renovación tanto en el partido como en los modos y formas de la Junta. El anterior portavoz, el sociólogo Manuel Pérez Yruela, fue un convencido de ello. Como gran conocedor de la evolución política andaluza, Pérez Yruela fue consciente de que la marca de Manuel Chaves se iba agotando y defendió el cambio en el PSOE como conjuro para no cansar al electorado de centro izquierda, que sigue siendo mayoritario en la comunidad. Pero como muchas veces ocurre en la historia, aquéllos que soplan a favor de los vientos de renovación son barridos por estos mismo aires.

Y al cambio del recambio se ha unido hace unos meses el plan de ajuste del gasto. Así  se llega al Debate del estado de la Comunidad, un día D para Griñán, porque será cuando deberá definir no ya cuáles son sus objetivos políticos de aquí al año 2012, sino cómo se materializarán. Lo que se espera son medidas, y medidas que no sólo sean de ajuste del déficit, sino de estímulo del crecimiento económico. Se da por hecho que la consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, o el propio Griñán, anunciará en breve cómo reduce el sector público andaluz, compuesto por 317 organismos, y es posible que además haya una subida del IRFP de las rentas más altas, tal como se ha aprobado en Cataluña. Pero eso -el ajuste presupuestario- es lo inexorable, lo esperado son las medidas de reactivación económica.

El propio Griñán ya advirtió el jueves pasado en el Foro Antares lo complejo que iba a resultar equilibrar el ajuste fiscal con el crecimiento en tan sólo tres años, y es que desde ahora a 2013, de un  déficit del 11,2% de 2009 hay que llegar al 3%. Griñán sabe, porque así lo explicó en este foro sevillano, que las políticas a las que se debe enfrentar en estos tiempos son más de oferta -en definitiva, reformas estructurales, que aumenten la competitividad- que de demanda, es decir de estímulos del consumo mediante la inyección de dinero público.

Efectivamente, reducir el gasto público de modo drástico y, a la vez,  reformar la economía para crecer en poco tiempo es un ejercicio que se parece a los ángulos rectos del un círculo imposible. Cuando Chaves ganó las elecciones de 2008, la economía andaluz crecía al 2,5% interanual y contaba con 3,2 millones de empleo; hoy, el dato del PIB es del menos 1,5% y quedan 2,9 millones de puestos de trabajo. De una tasa de paro del 14,93% se ha pasado a otra del 27,21%. Pero de aquí a 2012 aún quedan dos años para las elecciones, y el mundo cambia a una velocidad on line. En el último trimestre, la economía andaluza creció un 0,5%, cuatro décimas más que la nacional, y el paro bajó en 10.849 personas en mayo.

Como suele afirmar una destacada consejera del Gobierno andaluz, "el segundo tiempo del partido acaba de comenzar, y todavía no vamos perdiendo".  

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