José luis lledó. vicedecano del colegio notarial de andalucía

"Casarse ante notario costará menos que el ramo de flores de la novia"

  • Los nuevos actos notariales no supondrán un coste importante

La celebración de las bodas ante notario supone la americanización de estas ceremonias, pero ¿cuál será el coste de las mismas? El vicedecano del Colegio Notarial de Andalucía, José Luis Lledó, asegura que ninguno de los nuevos actos que a partir del próximo 24 de julio realizarán los notarios tiene una remuneración importante. "En los despachos notariales distinguimos entre negocios con cuantía y sin cuantía. Un testamento vale 36 euros, un acta 60. Una boda no sé lo que va a costar, pero será un documento sin cuantía. El notario va a costar seguro menos que el ramo de la novia, que vale 80 o 90 euros".

El notario apunta que, como el fenómeno de las bodas se va a producir a imitación de lo que ocurre en América, la gente "va a querer que el notario vaya al lugar de la celebración, y eso no va a ser lo mismo que un acto de firma en el despacho, porque si el ciudadano quiere un exorno y un boato, el notario cobrará la salida y el desplazamiento", explica José Luis Lledó, que no cree que a partir de ahora veamos estampas de ciudadanos lanzando arroz y pétalos a unos novios a las puertas de una notaría. "El matrimonio es un contrato y hay gente que le da la frialdad de un contrato. Para algunos es una institución, y para otros es un sacramento. El que lo considere un sacramento irá a la iglesia; el que lo vea como una institución querrá su exorno y boato, y simplemente el que piense que es un papel tendrá la frialdad de la firma de una hipoteca, aunque serán los menos", vaticina Lledó.

Preguntado sobre cómo se plantean los notarios la celebración de las bodas, José Luis Lledó explicó que lo único que es obligatorio es la lectura de tres artículos del Código Civil, sobre los deberes y obligaciones de los cónyuges, y preguntarles a los novios si contraen matrimonio. "Todo lo colateral será como en las bodas en el Registro Civil, habrán quien quiera leer una poesía", asegura Lledó, que advierte de que todo lo que se quiera añadir a estas ceremonias dependerá del notario.

La celebración de las bodas, las separaciones y los divorcios son la parte más visible de unas reformas de gran calado, que suponen una revolución en el Notariado. "Va a haber más trabajo y un trabajo nuevo, porque son cosas que habitualmente no hemos hecho, por lo que el notario tendrá que estudiar y prepararse. En los colegios notariales y en el Consejo General del Notariado ya estamos preparando una serie de estudios, porque las leyes perfectas no son y hay diversas interpretaciones", avisa Lledó.

El vicedecano del Colegio Notarial de Andalucía considera que las nuevas leyes van a reducir "indudablemente" la carga de trabajo en los juzgados. "Los notarios no pueden juzgar ni ejecutar lo juzgado, pero sí pueden desarrollar actos parajudiciales en los que no hay contienda o peligro de lesión a nadie, en los que no haya intereses contrapuestos".

A su juicio, los ciudadanos "salen ganando" con esta reforma y los notarios también están satisfechos. "Estamos contentos porque se refuerza nuestra posición, se nos dan unas funciones que socialmente van a tener su repercusión". Lledó cree que la imagen del notario ya estaba "humanizada" desde hace tiempo. "El notario con bigote y vestido de negro no ha existido nunca, creo que era una figura de Mingote. El notario actual es muy cercano, muy implicado y la notaría es el único sitio donde no se pide hora, en el que se atiende a una persona con un problema y nadie le dice venga usted mañana", concluyó.

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