Andalucía

Etxeberria dice que examinó los huesos del caso Bretón "con todas las garantías"

  • El forense alega que "difícilmente hubiera intervenido" en el procedimiento sin autorización

El forense Francisco Etxeberria, cuyo informe dio un giro de 180 grados a la investigación por la desaparición de Ruth y José al descubrir que los restos óseos recogidos en Las Quemadillas pertenecían a seres humanos, subrayó que el examen que realizó en las dependencias policiales donde se custodiaban los huesos en Madrid se hizo "con todas las garantías". Etxeberria defendió así su investigación después de que el abogado defensor de José Bretón, José María Sánchez de Puerta, pidiera el lunes ante la Audiencia Provincial que anule esta prueba al alegar que, según su punto de vista, el antropólogo actuó sin "control judicial". Esta es la principal prueba de cargo para sostener una acusación de doble asesinato contra Bretón.

El experto insistió en que "difícilmente" habría "intervenido" en el caso de conocer que no existía permiso de la autoridad judicial para examinar los restos, si bien asumió que "lo que plantea el abogado es pertinente" dentro de la línea de defensa. Etxeberria dijo que será en el juicio donde aporte todas las aclaraciones necesarias.

El experto examinó los huesos el 14 de agosto en la comisaría general de Policía Judicial, en Madrid. Aquel mismo día, la Unidad de Delitos Violentos (UDEV), que lideraba la investigación, envió un fax al juzgado instructor a las 08:21. El juzgado respondió aquella misma mañana y a las 10:30 el profesor empezó su prueba. El abogado de Bretón dice con ironía en su escrito que la autoridad judicial respondió así de rápido "en un alarde de agilidad procesal" y, acto seguido, concluye que "lisa y llanamente" no existió la "autorización pretendida", pues "no consta el envío del fax al Grupo de Homicidios". Su argumento, por tanto, es que la apertura de la caja se hizo "sin autorización ni control judicial, por más que a posteriori se pretenda sostener que sí".

El informe de Exteberria trascendió a los medios de comunicación el domingo 26 de agosto, cuando otro profesional de reconocido prestigio -el antropólogo José María Bermúdez de Castro, responsable del yacimiento arqueológico de Atapuerca- había también corroborado la procedencia humana de los restos biológicos recogidos la misma semana en que desaparecieron los dos hermanos. El giro en la investigación forzó una comparecencia del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien indicó entonces que "la hoguera se manipuló con una placa de hierro que, en la práctica, se convirtió en un horno que pudo llegar a alcanzar los 800 grados centígrados". Esto es, Bretón habría planificado la manera de acabar con los dos niños sin dejar rastro.

Etxeberria tuvo a su disposición los mismos restos examinados por la responsable de Antropología Forense de la Comisaría General de la Policía Científica -que un año atrás había dicho que los huesos pertenecían a animales-: dos centenares de trozos de huesos de tamaño muy pequeño y nueve dientes, cuyo estado, debido a la combustión, impide averiguar cómo se produjo la muerte o determinar el sexo.

En su informe, Sánchez de Puerta también llama la atención sobre el detalle de que la caja que contenía los restos no estaba precintada y subraya que nunca se ha sabido de los tres primeros huesos que se retiraron de Las Quemadas, de los que una forense concluyó que pertenecían a animales. La Subdelegación del Gobierno no quiso ayer "entrar a valorar estrategias de la defensa", si bien respaldó "la labor del Cuerpo Nacional de Policía" en el caso. Desde que empezó el caso, el abogado defensor ha dudado de la validez de las pruebas aportadas por la Policía para montar la acusación contra Bretón.

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