"Satisfecho". De esta forma dijo sentirse José Arias, el padre de las dos niñas de Posadas (Córdoba) que fallecieron por intoxicación en noviembre de 2006 a causa del plaguicida que usó su vecino, Bartolomé García. Y es que García ha ingresado en prisión tras ver como el Gobierno le negaba el insulto que solicitó tras ser condenado a dos años y medio de prisión por dos delitos de homicidio por imprudencia. Y es que utilizó de forma imprudente un producto que, en contacto con el agua, emana gas fosfina. En 2008, García fue condenado en firme por la muerte de las pequeñas de cinco y nueve años. Sin embargo, tres años después de los hechos, no había ingresado en prisión. Y es que, aunque el condenado no recurrió la sentencia de la Audiencia Provincial de Córdoba, sí que solicitó un indulto parcial al Gobierno para que rebajase en seis meses dicha pena. Así, al no tener antecedentes penales, no habría ido a la cárcel.

Además, había conseguido que mientras el Gobierno decidía si le concedía el indulto no se ejecutase la sentencia. Pero, ahora, el Ejecutivo le ha negado ese indulto, algo por lo que tanto José Arias como su mujer, Carmen Hidalgo, están "contentos". De esta forma, este matrimonio considera que podrán "pasar página" y recuperar cierta "tranquilidad", tras pasar por la "incertidumbre y la angustia" que les generaba que este hombre estuviera libre pese a haber sido condenado. El fallo consideró probado que la intoxicación de las dos niñas que fallecieron y de sus padres se produjo por el fosfuro de aluminio utilizado por el acusado.