Andalucía

Griñán asegura que el impulso político no necesita "inyección de testosterona"

  • El secretario general del PSOE asegura sentirse orgulloso de su Ejecutiva, defiende los cambios que cierran la crisis de la dimisión de Velasco, elogia la renovación continua y subraya que no dará un paso atrás en la igualdad

Sólo hubo una frase que sobresalió en el discurso de ayer del secretario general del PSOE-A, José Antonio Griñán, ante el Comité Director de su partido. Quiso conseguir el aval para esa nueva Ejecutiva regional diseñada tras la dimisión del ya ex vicesecretario general, Rafael Velasco, asegurando que para mejorar la acción política "no es necesario un deterioro de la igualdad o una inyección de testosterona". Una declaración que se vio como un gesto hacia quien se ha convertido en su número dos, la secretaria de Organización, Susana Díaz, frente a quienes demandaban un referente político de mayor peso y experiencia que ocupara esa vicesecretaría vacante. Alguien que a nivel regional pudiera equipararse con Alfredo Pérez Rubalcaba o Marcelino Iglesias. Una opción que el propio Griñán acabó por rechazar, al percatarse de la imposibilidad de conseguir un candidato de consenso con rapidez para que este tropiezo no dañara más al partido, y que le llevó a a un reparto de funciones entre su organigrama.

El segundo elemento de esa defensa cerrada tanto de Díaz como de su nuevo equipo, del que abiertamente se declaró "orgulloso", fue la juventud, que también ha sido objeto de reproche por algunos sectores. Griñán dijo creer en la renovación constante y recordó que la incompetencia o la competencia no es algo que guarde una relación directamente proporcional a la edad. Así que su ecuación fue clara: la juventud no es una tara y "ni un paso atrás en igualdad" que "está por encina de todo".

El mensaje caló, porque no fue necesario que la nueva dirección regional pasara por votación del Comité Director. Al igual que ya sucediera durante la Ejecutiva de urgencia convocada el pasado viernes para resolver este "problema interno", la solución ideada por Griñán recibió el visto bueno por aclamación -también lo fue el calendario y el comité electoral para las municipales de 2011-. Algo que se encargó de valorar el invitado estrella a este cónclave, el nuevo secretario de Organización de la Ejecutiva federal, Marcelino Iglesias. Alabó la capacidad de los socialistas andaluces de resolver "rápido y bien" este episodio, y que achacó a una de las "fórmulas" del PSOE para superar este tipo de situaciones: "Cuando hay un problema, estamos más unidos y somos más socialistas que nunca".

El resto de las intervenciones de Griñán e Iglesias fueron en clave electoral y siguiendo a pies juntillas el esquema marcado por Ferraz, es decir, bipolarizando la contienda en la confrontación de dos modelos sociales y económicos: el conservador que se decanta por la privatización, que ve en el Estado de las autonomías y en el del bienestar un problema, frente al progresista, que aboga por reformas, por la protección social, la economía sostenible y de la igualdad de oportunidades. Es decir, el PSOE frente al modelo del primer ministro inglés, David Cameron, y del Tea party de EEUU al que, según Griñán, se ha unido el PP de Mariano Rajoy y Javier Arenas.

Aunque este mensaje sonara más para las citas general y autonómica de 2012 que a las municipales, ambos lo llevaron a este terreno como elemento para movilizar a la ciudadanía y "recuperar su confianza" ante un "partido que no ha terminado, al que le queda la segunda parte y que el PSOE va a jugar con ánimo de remontar".

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