Los dos años -se cumplen estos días- que lleva José Antonio Griñán al frente del Gobierno andaluz constituyen, a juicio de su principal adversario político, el líder del PP-A, Javier Arenas, "el bienio más negro de la autonomía andaluza". El dirigente de los populares hizo ayer balance de este período, para destacar que han sido "dos años en blanco de lucha contra la crisis y dos años de desgobierno con el colofón de fondo de un incendio intencionado de la función pública".

Arenas dirigió sus críticas al jefe del Ejecutivo, de quien dijo que se ha pasado dos años "como candidato a presidente de la Junta, no habiendo llegado a serlo nunca y sin coger las riendas ni del Gobierno andaluz ni del PSOE-A". El presidente del PP-A ironizó: "Será Griñán el breve, porque nadie hizo más daño a Andalucía en menos tiempo".

A juicio de Arenas, Griñán "heredó" la Presidencia de la Junta y "nos va a dejar la peor herencia posible: el paro, la desconfianza de los inversores y el descrédito hacia la política". El presidente del PP-A reiteró por enésima vez que "se dan todos los ingredientes de un fin de ciclo en Andalucía: fracaso económico, crisis social, escándalos, luchas internas y naufragio del liderazgo".

Arenas apuntó que a Griñán "le tiemblan las manos a la hora de dirigir la Junta, aunque el rodillo socialista lo ha mantenido con la máxima firmeza". El líder popular enfatizó que el PP-A ha enviado a la Junta en los últimos tres años diez documentos con propuestas para salir de la crisis, "siempre despreciadas". Para Arenas, Griñán ha desarrollado una "agenda oculta" de privatizaciones de los servicios sociales. Según sus cálculos, están privatizados los servicios de apoyo a la familia (siete millones), atención a la infancia (91 millones), bienestar social (96 millones), dependencia (233), programas de atención sanitaria (155), Educación Infantil y Primaria (291), Enseñanza Secundaria y FP (358), educación especial (55) y guarderías (el 92% de las nuevas guarderías).