La Guardia Civil abordó ayer un buque fondeado en la Bahía de Algeciras para poner fin a un motín cuando enfilaba el Estrecho de Gibraltar procedente de un puerto noruego en su viaje a Australia. La Benemérita investiga las causas de este problema de seguridad a bordo, aunque todo parece apuntar a que el móvil del amotinamiento fue tomar el mando del buque para presionar al armador por motivos económicos.

Se trata del Queen of Melbourne: un buque de pasajeros con posibilidad para transportar carga rodada, 45 metros de eslora, bandera australiana y con ocho tripulantes a bordo. De ellos, siete son de nacionalidad paquistaní y uno, que no es el capitán, es australiano de origen paquistaní. El barco realizaba su primer viaje bajo tal bandera y nombre después de haber sido adquirido en Noruega por armadores australianos, hacia cuyo país se dirigía cuando surgió esta situación de inseguridad a bordo.El capitán denunció el amotinamiento a las autoridades españolas.