Andalucía

El 'Hijo de Satán' deja la cárcel

  • El jefe de una banda que se dedicaba a estafar amedrentando a sus víctimas con ritos satánicos queda en libertad · Ha permanecido 10 meses en el centro de Puerto 3

El demonio deja el trullo. Después de diez meses de encarcelamiento, Carlos Javier Rojas Luna, que se autoproclamaba Hijo de Satán, ha quedado en libertad. ¿Por qué estaba Rojas en la cárcel? Hay que remontarse a su detención, diez meses atrás, en Chiclana (Cádiz), donde él y su mujer, junto con cuatro compinches más, tenían organizada una suerte de secta con la que amedrentaban a las personas que captaban: truculentos ritos, misas negras, sacrificios de animales y, en especial, amenazas de muerte. Todo lo que fuera con tal de que los escogidos se aterrorizaran lo suficiente como para acceder a las exigencias de la banda: entregarles todos sus bienes.

Para salir de la cárcel, el Hijo de Satán ha tenido que pagar una fianza de 4.000 euros. Ha sido la misma que le ha impuesto a su mujer, también detenida en la llamada operación Creador, el juez que instruye el caso. Era otra pieza clave en toda la trama. Rojas y su esposa tendrán que acudir periódicamente a los juzgados.

El matrimonio y quienes ejercían de prosélitos dieron con sus huesos en prisión después de que una de sus víctimas se armara de valor y presentara una denuncia ante la Guardia Civil. Las investigaciones de los agentes sacaron a la luz un siniestro tejemaneje orquestado por el cabecilla del grupo, que no dudaba en autoproclamarse "el verdadero hijo de Satán": en un chalé de la urbanización Las Rapaces, en Chiclana, concretamente en la calle Buitre se hallaron restos de animales sacrificados enterrados en el jardín en el que se celebraban las ceremonias con las que aterrorizaban a sus víctimas.

Estos incautos habían acudido a Rojas Luna en la búsqueda de éxito sentimental o mejora económica. Una vez atrapados en la tela de araña tejida por el grupo, eran obligados a entregar todos sus bienes. La banda los empleaba en sufragar un negocio fraudulento de vehículos usados, a los que tras comprarlos modificaban el cuentakilómetros para revenderlos posteriormente a un precio bastante más elevado.

En el auto de puesta en libertad bajo fianza, el juez ha aceptado los argumentos de la abogada de la pareja, Inmaculada Gilabert, que se sustentaban sobre todo en el tiempo que los detenidos sumaban ya entre rejas y en el cambio que se ha producido en las circunstancias personales de ambos. Indirectamente, el instructor viene a decir que la puesta en libertad del hijo del demonio y de su mujer no conlleva peligro para la sociedad, y que tampoco existe riesgo de fuga, debido a la cuantía de la fianza.

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