El día después de la presentación de las cuentas de la Junta de Andalucía para el próximo año abundó en la separación que ha causado este proyecto entre los socios de Gobierno, PSOE e IU. Sea o no una pose estratégica, las declaraciones ayer de los dirigentes de la coalición de izquierdas, incluidas las del vicepresidente, Diego Valderas (aunque más livianas), hacen presumir que a diferencia de ejercicios pasados la negociación se va a mantener abierta hasta final de año. Porque si la llegada del proyecto al Parlamento ha sido con frecuencia un trámite en el que no se han producido variaciones sustanciales, en esta ocasión la postura de IU pasa por que el plan aprobado el martes por el Consejo de Gobierno no sea aún el definitivo. No obstante, la consejera de Hacienda, María Jesús Montero, auguró ayer en una entrevista en Canal Sur Televisión que no habrá "grandes modificaciones" a lo conocido.

La puerta abierta corresponde a IU, que a diferencia de la versión oficial ("unas cuentas progresistas, sociales, que ofrecen un camino distinto") reconoció que los Presupuestos "no son buenos". Fue el portavoz parlamentario de IU, José Antonio Castro, quien afirmó ayer que su partido no da por cerrado el proyecto e incluso dijo que la aspiración de que se analice la fiscalidad y se suban los impuestos a las rentas del capital más altas se mantendrá a lo largo de 2014.

"Vamos a ser más activos que nunca y queremos que el trámite parlamentario tenga valor para que haya capacidad de apurar hasta el último momento los números", subrayó Castro.

Castro de esta manera promete enmiendas de calado a los Presupuestos que pondrían en un brete al PSOE y podrían incluso contar con la complicidad de PP. De lo contrario, si finalmente las enmiendas se refieren a detalles, IU daría la razón a aquellos que piensan que la postura sólo responde a un paripé ante sus militantes, que no pueden compartir unas cuentas que recogen medidas como la continuidad de las pagas extra recortadas a los empleados públicos. Otros recortes se podrán conocer a partir de hoy, en el que el proyecto llega a la Cámara andaluza.

Por lo pronto Castro admitió que los Presupuestos de la Junta para 2014 "no son buenos" y que, por tanto, no cree que ni PSOE-A ni IU se puedan sentir "identificados" con ellos, aunque sí valoró que sean "de resistencia a las políticas neoliberales del PP y de la troika" y que, además, den un paso más hacia la "ofensiva" garantizando, por ejemplo, que en Andalucía "no va a haber despidos" de empleados públicos en educación, ni en sanidad ni en bienestar social.

El portavoz de IU advirtió de que su grupo no aspira sólo a que la tasa de reposición de los empleados públicos vuelva en 2014 a ser del "cien por cien" sino a que, además, se analice y concrete la "nueva capacidad de ingresos" de la comunidad a través de los impuestos, sobre todo, en los relacionados con la ecología.

En la misma línea el vicepresidente de la Junta y consejero de Administración Local y Relaciones Institucionales, Diego Valderas, señaló que los presupuestos no son un "instrumento cerrado", de manera que son susceptibles de verse modificados tanto en los planteamientos de ingresos como de gastos.

 En declaraciones a los periodistas, Valderas estimó que los ingresos, lógicamente, pueden modificarse por diversas cuestiones, porque va a estar a debate tanto la política fiscal en el conjunto del país y en la comunidad, como la financiación autonómica y puso también el acento en que están abiertas las posibilidades de más ingresos procedentes del Estado. "Si esas cosas están ahí, es normal que un presupuesto tenga siempre ese carácter abierto y se pueda modificar tanto en los planteamientos de ingresos como en los de gastos", según Valderas, para quien la vocación del Gobierno autonómico es defender los servicios públicos por encima de todo, lo que supone que siempre haya el personal público necesario.

Ninguna de esas tesis de IU las rubricó Montero, quien dijo: "No espero grandes modificaciones en el trámite parlamentario". La consejera señaló que, una vez que el Presupuesto llegue al Parlamento, los grupos políticos son soberanos en su capacidad de plantear las enmiendas al texto que estimen conveniente, si bien aseveró que se trata de un proyecto presupuestario "muy coherente e integrado", que mide muy bien cada una de partidas.

Montero señaló que las negociaciones han sido "tensas porque estamos ante unos Presupuestos restrictivos", y ello no depende tanto de las fuerzas políticas del Gobierno o del color político de las diferentes carteras, sino que "depende más de las negociación en el día a día porque todas las consejerías, evidentemente, quieren acaparar un volumen de recursos que les permita desarrollar de forma ambiciosa su política".