El líder de IU, Antonio Maíllo, volvió a poner sobre la mesa otro requisito para que su formación apruebe el Presupuesto de 2015: lo que denomina "banca pública", el instituto de crédito andaluz que recibió el visto bueno del grupo de trabajo que se creó en el Parlamento andaluz. Si hace un mes, Maíllo pidió que los trabajadores públicos de la sanidad debían recuperar el sueldo y su jornada -como consecuencia de los recortes, unos 8.000 estaban al 75%-, ahora insiste con la banca pública, y lo hace justo en unos momentos en que el pacto de gobierno comienza a ser cuestionado. Este asunto de la banca pública se trató ayer en el comité de enlace de los dos partidos del Gobierno andaluz.

Desde Jaén, Maíllo indicó que este anteproyecto debe llegar cuanto antes al Parlamento. "Desde esta apuesta por la banca pública, queremos que se vincule al contexto de la negociación de los Presupuestos", dijo Maíllo. El instituto de crédito andaluz, tal como salió del trabajo del grupo parlamentario, no tendrá una ficha bancaria propia hasta una segunda fase. No será, por tanto, al menos en el momento de aprobarse, un banco como tal de carácter público.

En Izquierda Unida se dan por aludidos de las palabras de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, pero no están por tensar más el pacto del Gobierno entre su formación y los socialistas. Díaz, en una entrevista publicada el pasado domingo en este diario, aseguró que le gustaría gobernar en solitario y que convocaría elecciones anticipadas si no alcanza un acuerdo para aprobar el Presupuesto de 2015. En IU no están por darle mucha importancia a estas declaraciones por cuanto lo consideran "ruido", aunque se dan por aludidos. "Nunca se está en el Gobierno a cualquier precio", indicó ayer el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, de IU. Representantes de ambos partido se reunieron ayer en uno de sus comités de enlace periódicos sin que surgieran grandes inconvenientes para el futuro de la coalición, aunque aún no se ha entrado a analizar el detalle del anteproyecto de Presupuestos.

Sin embargo, en el PSOE y en el propio Gobierno andaluz mantienen que sus socios de izquierda nunca los dejarán por el mal momento demoscópico que atraviesan por la irrupción de Podemos. La invitación que el viernes realizó el secretario general del Partido Comunista de Andalucía (PCA), José Manuel Mariscal, para formar un "frente popular" en la comunidad con partidos de izquierdas, entre los que estaría Podemos aunque no lo citó, es la prueba definitiva, para los socialistas, de que IU necesita tiempo para resolver las opciones de esta alianza existencial.

No obstante, la exploración de IU de nuevas alianzas sí provoca cierto malestar en el PSOE por sus consecuencias. El secretario de Organización socialista, Juan Cornejo, lo mantuvo ayer: "No se puede ser portavoz del Gobierno por la mañana y de la oposición, por la tarde". Cornejo explicó a este medio que con sus declaraciones no se refiere a ningún portavoz en concreto, sino a "portavoces" que hablan de "sistemas y de antisistemas". "Comprendo la situación de IU, es una situación complicada, pero debe resolver sus problemas", explicó Cornejo.

Diego Valderas no hizo especial caso a las declaraciones de la presidenta ni a la de otros que han hablado de esa opción, lo llamó "ruido", aunque aseguró que no se está "en el Gobierno a cualquier precio". "Si alguien renuncia -siguió- al programa de gobierno", puede provocar un adelanto electoral. Valderas va a realizar una gira por las ocho provincia andaluzas para vender su gestión al frente de la Consejería de Administración Local.