La Junta y los sindicatos CCOO y UGT compartieron ayer la misma demanda ante el Gobierno central sobre la próxima convocatoria de plazas docentes: permitir que la comunidad saque a concurso estas oposiciones. Como casi a todo en estas fechas, la convocatoria de plazas para maestros de Secundaria se ha bañado con un tinte electoral y se perfila como uno de los estiletes del PSOE en campaña. Así estaba preparado.

La Junta anunció a mediados de diciembre que convocaría 2.389 plazas de profesores de Secundaria para este año, meses antes de lo que venía siendo lo normal, y ya anticipó una postura contraria del Gobierno. Ya el año pasado el Gobierno socialista puso trabas a la convocatoria en Infantil Primaria, aunque al final desistió. En enero, el ministro de Educación, José Ignacio Wert, primero recomendó y a los días casi invalidó las oposiciones al anunciar de forma sorpresiva el cambio de temario.

La Junta, sin embargo, mantiene la convocatoria y emplaza al Gobierno y al PP a aclarar si va a impugnarlas o no. La consejera de la Presidencia, Mar Moreno, exigió ayer al Ejecutivo central que dé "luz verde" a la misma y "disipe cualquier duda" sobre este proceso selectivo. "La mejor noticia que deberían recibir las miles de personas que están estudiando es el fin de esta controversia", apostilló.

Los sindicatos ANPE, CSIF, CCOO, FETE-UGT y Ustea reivindicaron también una respuesta.

La novedad ayer estuvo en que Wert cuestionó la legalidad de la convocatoria. El ministro anotó que la "ley es para todos" y que las plazas docentes ofertadas deben cumplir una tasa de reposición docente del 10, y no del 30%. Esta tasa la redujo el Ministerio en diciembre, pero después de que la Junta calculase este número de plazas con un porcentaje de reposición cercano al 30%. Moreno señaló que la Junta "va a mantener" su convocatoria porque, "exactamente igual que el año pasado, cumple escrupulosamente con la legalidad" e insistió en que la Junta utiliza "las mismas razones jurídicas" que el pasado año.