Unas 250 personas se manifestaron ayer en Cádiz para reivindicar que no se olviden los casos en los que se investigan la desaparición de bebés al nacer.

La manifestación había sido convocada por la asociación SOS Bebés Robados. Los participantes en la convoctoria portaban pancartas y letreros hechos a mano sobre cartones, en los que pedían más tiempo. Su intención era rogar a jueces y administraciones que sus denuncias no se entierren y sigan tan vivas como presumen que se encuentran sus hijos e hijas. "Algo me dice que mi hija sigue viva", declaraba a una cámara de televisión una mujer.

Esta marcha se sumaba a otras celebradas simultáneamente en otras ciudades españolas y con la que las familias que se sienten afectadas por los hechos, ubicados mayoritariamente entre los pasados años 70 y 80, quisieron expresar su rabia ante los archivos de las investigaciones. Esas personas siguen esperanzadas y sueñan con un reencuentro con sus hijos perdidos, aunque muchos dicen conformarse sólo con saber si viven y poder brindarles algún tipo de explicación. "Quiero contarle a mi hijo que nunca lo vendí a nadie", se lamentaba ayer uno de los manifestantes.

Un grupo de ellos fueron recibidos por el teniente de alcalde del Ayuntamiento, Juan Antonio Guerrero, para comentar reivindicaciones de ámbito local, como la exhumación de restos en el antiguo cementerio de San José.