Los principales dirigentes del PSOE andaluz se han encomendado a la tarea de hacer que cale el siguiente mensaje: hoy por hoy no está planteada la celebración de un congreso regional extraordinario y además tampoco existe "bicefalia" entre la presidenta de la Junta, Susana Díaz, y quien fuera su antecesor en el cargo y secretario general del partido, José Antonio Griñán.

Ayer le tocó el turno de silenciar las voces que se pronuncian en dirección contraria -el último el ex presidente de la Junta, Manuel Chaves, en una entrevista con este periódico el pasado domingo- al vicesecretario general, Mario Jiménez, quien destacó que Díaz y Griñán tienen "muy claro" el criterio a la hora de tomar decisiones en el partido, que "es el interés general de los andaluces". El número dos de los socialistas andaluces puso mucho énfasis al afirmar que la decisión sobre la celebración del congreso regional se tomará cuando corresponda, pensando "única y exclusivamente en el interés general de los andaluces".

Según Jiménez, el secretario general del partido y la presidenta del Ejecutivo tienen muy claro que eso es lo fundamental, como "dos servidores públicos que siempre tienen por delante el interés general de Andalucía".

No hay ninguna bicefalia entre Díaz y Griñán, sostiene Jiménez; y no la hay porque, según el diagnóstico del dirigente socialista, esta situación se produce cuando quienes ocupan cargos distintos aspiran a lo mismo y, en este caso, esa no es la realidad. "Y todos entienden que, llegado el momento, la presidenta de la Junta ostentará la secretaría general y que Griñán no tiene ningún interés, cuando llegue el proceso congresual, por mantenerse en ese cargo. Estamos hablando de dos personas que se entienden perfectamente con solo mirarse", afirmó.