Andalucía

El Presupuesto del cambio, capítulo II

  • El Parlamento aprobará el jueves el segundo proyecto de cuentas de PP y Ciudadanos 

  • Será el primero completo para el nuevo Gobierno, que tiene en Vox a un aliado más sólido de lo esperado

Juanma Moreno y Juan Bravo se abrazan en un acto del PP.

Juanma Moreno y Juan Bravo se abrazan en un acto del PP. / Julio Muñoz / Efe

Con los primeros calores de junio, Vox estuvo a punto –al menos de cara a la galería– de dinamitar el primer Presupuesto no socialista de la Junta. Entre los distintos argumentos que se escucharon de boca de los portavoces del partido de Santiago Abascal, destacó aquel de que las cuentas pergeñadas por el equipo de Juan Bravo “no tenían espíritu de cambio”. Tras un par de semanas de dimes y diretes, la sangre no llegó al río y PP y Ciudadanos lograron sacar adelante sus cuentas sin mucho problema.

En el segundo asalto presupuestario de este primer año del cambio, que todavía se está dirimiendo, Vox no ha apretado a sus socios ni la mitad de lo que hizo en verano. Para hacer valer su peticiones, la formación ultraconservadora no necesitó presentar una enmienda a la totalidad al proyecto de cuentas regionales de 2020, que, salvo hecatombe, será aprobado en el Parlamento pasado mañana.

¿Qué ha cambiado entre junio y diciembre? A nivel nacional, casi todo, pero no parece que el terremoto del 10-N haya hecho tambalearse al Ejecutivo andaluz. Iván Espinosa de los Monteros, hombre fuerte de Santiago Abascal, se congratuló en las celebraciones del Día de la Constitución por el buen caminar del pacto sureño que va camino de cumplir un año. Está mucho mejor avenido que los acuerdos que llegaron después en Madrid y Murcia, por ejemplo. Juan Bravo, titular de Hacienda, confeccionó su primer proyecto de cuentas en plenas negociaciones entre PP, Ciudadanos y Vox tras las autonómicas de mayo.

El Gobierno “encapsulado” de Juanma Moreno –fue el presidente quien acuñó el epíteto– tiene a su favor que no hay una mayoría alternativa y que no parece que ninguno de los socios esté por la labor de desestabilizarlo. El resultado son dos presupuestos que han batido, de forma consecutiva, el récord de gasto social a pesar de que llevan en sus capítulos de ingresos dos rebajas fiscales menos ambiciosas de lo esperado.

El tirón de orejas de la Airef (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal) confirma los vaticinios del propio consejero de Hacienda. No se podrá emprender una bajada masiva de impuestos en el escenario actual. La propia Isabel Díaz Ayuso, presidenta de Madrid, lo ha reconocido. De hecho, el aviso de la Airef tiene mucho que ver con la merma en los ingresos resultante de las rebajas puestas en marcha por el PSOE –y Ciudadanos– en Sucesiones y Donaciones.

Los segundos Presupuestos de Juan Bravo no son tan diferentes de los que venían firmando los socialistas en sus últimos años en San Telmo. Los expertos del Observatorio Económico de Andalucía (OEA) lo reseñaron hace apenas unos días. Incluso enmendaron el aumento del gasto en sanidad –que ha crecido en casi 2.000 millones en el último año–, ya que consideran que el problema en los hospitales, el principal dolor de cabeza para Juanma Moreno, se soluciona con mejor gestión y no sólo con una mayor inversión.

La ley que se debate entre mañana y pasado en el Parlamento contempla un montante total de 38.549 millones de euros. La previsión de crecimiento todavía es optimista, sobre todo si se compara con los cuadros macroeconómicos del resto de países del euro. La aprobación de estas segundas cuentas del cambio permitirán a Juanma Moreno gobernar, como mínimo, hasta 2021 y permiten aplazar el debate de cuentas hasta el próximo verano. El cambio efectivo comienza el 1 de enero, si el equilibrio de fuerzas sigue tan estable como hasta ahora.

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