Presupuestos 2019

Las cuentas andaluzas encallan en los pactos

  • La Junta confía en que el "canal abierto" con Vox fructifique en un acuerdo para los Presupuestos

  • Los partidos inician las reuniones formales para definir el mapa poselectoral

El presidente andaluz, Juanma Moreno, visita el astillero donde se construye la réplica de la Nao Victoria en Punta Umbría (Huelva).

El presidente andaluz, Juanma Moreno, visita el astillero donde se construye la réplica de la Nao Victoria en Punta Umbría (Huelva). / EP

El Gobierno de la Junta está a la espera de que las aguas vuelvan a su cauce. Después de la tempestad electoral, el panorama político sigue en un estado de zozobra que dificulta el mantenimiento de un rumbo. El timón no para de temblar. Sin sosiego –la palabra fetiche del presidente andaluz, Juanma Moreno, durante el temporal previo a las citas electorales del 28 de abril y del 26 de mayo– se hace complicado acordar los Presupuestos de 2019 con Vox, que desconfía de las maniobras en el tablero de pactos poselectorales de Ciudadanos, socio en el Gobierno andaluz.

Y, después de las entrevistas informales entre los peones de las formaciones políticas, alfiles y torres comenzaron ayer la ronda de encuentros formales para negociar los sillones de las corporaciones municipales. En ésas anda el juego por ahora.

Las tomas de posesión de los ayuntamientos se producen el viernes 15. Dos días antes, el miércoles, será el debate de los Presupuestos, fecha para la que el Gobierno espera que Vox haya retirado la enmienda a la totalidad presentada en el Parlamento. En eso confían desde la sala de mandos de la Junta, donde no dan crédito a que "una fuerza del cambio" frustre las primeras cuentas "no socialistas" en 37 años de autonomía andaluza.

PP: canal abierto

El consejero de Presidencia, Elías Bendodo, se desdobló ayer en los dos frentes en los que se debate la política regional en la última semana, dos líneas de trincheras que corresponden en realidad a una sola guerra. Bendodo encabezó el comité que compartió mesa en el Parlamento con Ciudadanos para cartografiar el mapa municipal de Andalucía.

Antes de entrar en la sala de reuniones, Bendodo insistió en que "hay un canal de comunicación abierto" con Vox. "Hay tiempo hasta el miércoles", aclaró el consejero, quien propuso su declaración de intenciones, a saber, "que nadie, ninguna fuerza del cambio, frustre las esperanzas y las ilusiones de los andaluces que han votado cambio".

En el PP hay un estado de contenida confianza sobre la resolución de este culebrón poselectoral. Pasadas las turbulencias, el barco llegará a buen puerto. En este caso, que Vox acabará retirando la enmienda a la totalidad de las cuentas andaluzas antes de que se produzca la votación el miércoles en la Cámara.

Cs: prórroga hasta 2020

La estrategia de Ciudadanos durante este lapso poselectoral está siendo diferente a la del PP, su socio de Gobierno en San Telmo. Aunque su relación con Vox en la cotidianidad parlamentaria es más fluida de la que aparenta, el partido naranja necesita mantener una cara poco simpática frente al partido de ultraderecha. Por eso, igual que no le pesó dejar que fuera el PP el que negociara los términos de la investidura de Juanma Moreno, procede del mismo modo en las negociaciones presupuestarias.

Después de reunirse ayer con la formación popular, el partido naranja hará lo propio el lunes con el PSOE. Como aclaró ayer la senadora y diputada andaluza Mar Hormigo, Ciudadanos no se cierra a "hablar" con los socialistas. En realidad, con cualquier otro partido que transaccione con su decálogo de la "rebaja fiscal, generación de empleo y ayudas a las familias", una terna de políticas genéricas en las que cabrían incluso las formaciones poscomunistas. De ahí las reticencias de Vox, que anhelan tocar pelo en Madrid.

Bajo esas reglas de componendas poselectorales, a Juan Marín, vicepresidente del Gobierno andaluz, no se tapó ni un instante en reincidir ayer con una amenaza velada dirigida al partido de Francisco Serrano: "Si no hay Presupuestos ahora, trabajaremos en los de 2020; quizás sea más fácil llegar a acuerdo si ya está más relajado el ambiente electoral", recogió Europa Press en una nota sobre las manifestaciones de Marín, quien señaló a Vox de estar "utilizando como moneda de cambio los Presupuestos para ver qué sillones ocupa en Madrid". A Ciudadanos, dado el clima poselectoral, no le pesa prorrogar las cuentas socialistas seis meses más.

VOX: la sartén y el mango

En tanto PP y Vox encuentren un faro con el que guiarse para los Presupuestos –los dos partidos acordaron ayer las primeras mayorías municipales–, los partidos de la oposición ejercen su labor diaria de control, crítica y desgaste contra el Gobierno.Por eso, la secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, se explayó en una entrevista matutina en Telecinco para denunciar que sea Santiago Abascal quien "manda" en Andalucía, comunidad a la que ha metido en el "cambalache" de pactos poselectorales.

Díaz denominó la alianza de investidura de PP y Cs con Vox de siembra de "vientos", con lo que cual ahora está recogiendo "tempestades". En cinco meses ya está "en crisis" –añadió la ex presidenta socialista–. "Quien tiene la sartén por el mango es la extrema derecha", siguió hurgando.

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