Andalucía

¿Puede volver a gobernar Juanma Moreno?

  • La Junta va recuperar el equilibrio presupuestario después de 13 años de déficits y penuria: los ciclos económicos son la base de los políticos

Moreno conversa con Elías Benodo, al lado de Juan Marín.

Moreno conversa con Elías Benodo, al lado de Juan Marín. / Juan Carlos Muñoz

José María Maraval analizó la influencia de las grandes crisis económicas en las democracias nacientes de la década de los setenta del siglo pasado: España, Portugal, Polonia y América latina, países que tuvieron que reformar sistemas productivos obsoletos a la vez que implantaban el parlamentarismo. Muy complicado, las crisis nunca son buenas acompañantes de la popularidad de los gobernantes. Los pactos de la Moncloa taparon una sangría que se iba a llevar la Transición como la crisis de 1929 arrasó las democracias occidentales.

Superávit

Visto desde lejos, los problemas electorales que ha tenido el PSOE andaluz en la comunidad siempre coincidieron con las crisis económicas, de ahí que al nuevo presidente de la Junta, Juanma Moreno, comience a soplarle el viento de cola. Con superávit presupuestario y algo de creación de empleo, el PP debería cometer muchos errores para no mantener el Gobierno. Claro, esto de los ciclos económicos no varían con la misma rapidez que los sondeos, son lentos, de longitudes de ondas muy amplias, no sirven para averiguar qué ocurrirá en ésta o en la siguiente elección, pero su influencia sobre la política nunca se agota.  

El consejero de Hacienda, Juan Bravo, llevará el proyecto de Presupuestos autonómicos de 2020 al Parlamento después del Día del Pilar, 12 de octubre. Será la primera vez en 13 años que las cuentas andaluzas se cierran con equilibrio presupuestario, con déficit cero, ésa es otra cifra de la crisis de 2008: más de una década para recuperar el pulmón público, que es el que ha impedido que la indignación se generalizase y España cayera en el populismo.

13 años después

Entre los años 2003 y 2007, la Junta gozó de superávit presupuestario, la cifra de desempleo llegó a un increíble 11%. Manuel Chaves es uno de los pocos gobernantes que en España han conseguido volver a obtener mayorías absolutas después de haber pasado por gobiernos de coalición, y en ello tuvo mucho que ver la ampliación del Estado del bienestar y las bonanzas económicas. Chaves estuvo a punto de perder la Junta en 1994, cuando Andalucía estaba inmersa en una crisis económica más corta que la última pero muy intensa en destrucción de empleo. 2008 fueron sus últimas elecciones, sus sucesores, José Antonio Griñán y Susana Díaz, tuvieron que manejarse con la crisis como pudieron, de ahí el declive electoral, sostenido por el malestar social y por un deterioro de los servicios públicos provocado por un presupuesto menguante.

Si en 2004, la Junta alcanzó un superávit presupuestario de 2.558 millones de euros, según los datos del Ministerio de Hacienda, en 2007 aún fue de 546 millones de euros. A partir de ese año, el déficit se convirtió en una constante terrible: en 2011, por ejemplo, fue de 9.595 millones de euros. Griñán gobernó cuesta arriba y Susana Díaz sólo pudo mantener los mismos resultados hasta que en 2018 perdió el gobierno de la Junta. 

¿Es la economía la única responsable de los ciclos electorales? No, pero está en la base de los cambios a largo plazo, que son los importantes. Ninguno de los nuevos partidos (Podemos y sus sucesores) existiría sin la crisis de 2008. Tampoco la rebelión catalana, motor a su vez de otras formaciones políticas (Ciudadanos y Vox).

Si seguimos con esas luces largas, al Gobierno del PP y de Ciudadanos aún le quedan tres años muy buenos para mejorar, con dinero, la calidad de los servicios públicos andaluces. Si en 2020 el crecimiento se sitúa en torno al 2%, es posible que toda la legislatura se mantenga en bonanza y que eso se refleje en los presupuestos públicos. Es como un círculo virtuoso, a menos déficit, menos intereses de la deuda y más ingresos; a mayor crecimiento, menos porcentaje de deuda. 

Problemas con Vox

Sin embargo, el Gobierno del cambio no transitar por esta legislatura como quien navega a merced de un buen viento. Debe ser ahora cuando acometa las reformas estructurales y racionalice el sector público andaluz. Bajar impuestos sólo es bonito broche que, además, no da ninguna popularidad electoral. Es lo que el ex ministro Cristóbal Montoro le recomendó a Juan Bravo: lo importante es cumplir con las cuentas.

Vox va a revolverse en estas semanas. Está cayendo en las encuestas y su portavoz andaluz, Alejandro Hernández, ha amenazado con no aprobar el Presupuesto de 2020 si no lleva la impronta de su grupo. Los acuerdos ya están sobre el papel, y firmados por consejeros del PP y de Ciudadanos, en teoría sólo hay que ponerle fecha de ejecución, pero la angustia nacional de Santiago Abascal pude arrastrar a su grupo en el Parlamento.

  

 

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