Cola de jubilados en una de las decenas de oficinas de Cajasur que hay repartidas por la provincia. Una señora advierte una conversación entre el periodista y un cliente y se inmiscuye en el debate porque no acaba de entender que Cajasur ya no sea tal, sino que se denomine, de forma oficial BBK Bank Cajasur. La respuesta del cliente es oportuna: "Que sí señora, que Cajasur ya forma parte de una caja vasca y ahora la sede social está en Bilbao, no en Los Tejares". Ramón Suárez tenía razón. Si no se advierte la letra pequeña de los recibos, transferencias y demás operaciones uno no advierte nada nuevo en la que fuera caja y ahora es banco filial de la BBK vasca. Los mismos colores, los mismos carteles, los mismos clientes, los mismos cajeros. Todo es igual. Todo normal. Pero las cajas y redes de la empresa de la paloma blanca sobre fondo rojo ya no están conectadas a Ronda de los Tejares, sino a Gran Vía de Bilbao 30. Al menos eso pone en los documentos.

Excepto algún despistado -que haberlos haylos incluso después de todo un año con titulares de intervención, adjudicación y puesta en marcha-, todo el mundo sabe que Cajasur ya no es una caja administrada por la Iglesia, que pertenece "a los vascos", como denominan los que están más enterados de la película a los directivos de la BBK. Pero en la cola de jubilados lo que preocupa es la pensión y que "si vienen bienvenidos sean si dan trabajo y generan inversiones", apunta José Manuel Garrido, aunque, a su lado, Ernesto Aires, remacha que "nadie tiene una varita mágica para arreglar lo que pasa en Córdoba".

Ya en el centro, en Gran Capitán, dos trabajadores de la caja que no quieren dar su nombre señalan que ojalá el año comience con tranquilidad. No temen por sus empleos y señalan que en el día a día, para ellos, empleados de base, apenas ha cambiado nada, aunque tienen la esperanza de que "los que vengan sean mejores porque los que había dejaron esto como un solar". Ayer fue día de sacar dinero, de trasiego, aunque de momento sólo cambia el timbre de los papeles. De Los Tejares a Gran Vía. Nada más... y nada menos.